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Hola Milagros: en mi árbol tengo Leal y del Barrio pero son de Villagarcia de Campos, busqué en Urueña y no están, debe ser porque son contemporáneos, fijate si tenés los nombres de tus bisabuelos o tatara, a ver si están pq son del siglo anterior. Suerte! Ana
Hola Ana, acabo de leer el mensaje donde dices que tienes un familiar Leal de Villagarcia de Campos en tu árbol. Yo tengo en el mío a Saturnina Leal casada con Joaquín del Campo Fernandez y padres de Aurea, mamá de mi abuela materna. Puede haber alguna coincidencia?- Te saludo desde Argentina- Ana Andorno
http://www. youtube. com/watch? v=VRqTFISfD7E
http://www. youtube. com/watch? v=3r0WldtOKJs
http://www. youtube. com/watch? v=VRqTFISfD7E
MÁS ALLÁ DE LA PRISA Y, DE LA ESPERA I

Decía Milan Kundera en su libro “La insoportable levedad del ser” que habría que romper la realidad, e ir más allá de las cosas. En este convulsivo y vertiginoso mundo que nos toca vivir, como si padeciéramos una extraña dolencia psíquica, ya que a veces no sabemos muy bien donde queremos ir, ni donde llegar atropelladamente.
Corremos continuamente, (como que alguien nos estuviera persiguiendo) y, luego, solemos perder el tiempo inútilmente viendo la tele ... (ver texto completo)
y es que lo que sugieres, mucho más que lo que dices, no está en eso ficticio y pretencioso de las tecnologías que nos hace creer que lo hemos conseguido, cuando lo cierto es que los problemas, carencias y enigmas nos interpelan. en esa aporía, ir más allá de las cosa supondría 'romper' nuestras arrogancias y capillismos y alcanzar el oximoron donde caer en nuestro sitio y, acaso, alcanzar la gracia, el digimon de algo compartido
MÁS ALLÁ DE LA PRISA Y, DE LA ESPERA I

Decía Milan Kundera en su libro “La insoportable levedad del ser” que habría que romper la realidad, e ir más allá de las cosas. En este convulsivo y vertiginoso mundo que nos toca vivir, como si padeciéramos una extraña dolencia psíquica, ya que a veces no sabemos muy bien donde queremos ir, ni donde llegar atropelladamente.
Corremos continuamente, (como que alguien nos estuviera persiguiendo) y, luego, solemos perder el tiempo inútilmente viendo la tele basura, o haciéndonos ver incluso por internet por el miedo a que si no estamos, aunque sea en foto, no existimos. Mientras, la vida pasa deprisa esperando algo mejor, que no termina de llegar; para que al final podamos terminar en algún asilo entre la mordedura de la soledad.
Otra enfermedad humana, crónica como un cáncer, es la indiferencia social, de la que posiblemente terminemos sucumbiendo.
Ahora con tanta informática utilizamos Facebook o Twitter para chatear y colgar fotos, así como gritando, ¡eh, que estoy aquí!. El síndrome de levedad nos inquieta en nuestros anhelos, ya que la esperanza siempre es una rama en flor que se marchita. La insignificancia del ser humano nos hace cada vez mucho más inconsolables. (Y ahora en esta crisis que se va prolongando aún peor).
No quiero ponerme demasiado transcendente, ni filosofar sobre este tema que observo a diario en los centros de tercera edad, o en las calles, simplemente mirando a los ojos, mejor dicho, a muchos lagos desiertos…
Hablando de internet, la mágica ventana que nos comunica fácilmente con casi todo,
nos sirve también para curiosear y buscar insistentemente, hurgando en lo divino y en lo humano. Navegando por un proceloso océano existencial vuelan las ilusiones, los entresijos de nuestra compleja personalidad. La sutil ansiedad a veces nos crea mal carácter con ausencia de alegría interna y, falta de sentido del humor. Deberíamos reírnos más de nosotros mismos, que suele ser buena terapia, para no creernos el obligo del mundo.
Lo que buscamos quizá es que nos quieran, pero eso es muy complicado, ahora que lo que prima es tener, más que ser. El amor y el querer, son dos cosas distintas y muy complejas. Eso lo saben muy bien los psiquiatras que, seguramente intentan curarnos dándonos tranquilizantes, en vez de invitarnos a encontrarnos a nosotros mismos.
Ahora que apenas se escuchan los sermones en los púlpitos, -ya sólo se habla de economía, o lo que dicen los políticos en su absurdo e interminable soliloquio-.
El ordenador o la televisión, agobian también porque olvidamos apagarlos a tiempo…
Quería yo recordar que el amor soñado está refugiado, como el alma en una cajita de cristal sin cerradura. Esto no es un tema de edad, es una cuestión vital muy vinculada a la utopía de la felicidad. Mientras nadie venga a explicarnos el misterio que nos envuelve, no terminamos de conocer bien nuestras inquietudes.
El otoño o la primavera, que la sangre altera, -y en privilegiados momentos hace que sintamos mariposas en el estómago-, será por algo más digo yo, que por el polen. Para los poetas es poder libar la esencia de las flores... En fin, quizá sea el Eterno Retorno, porque seguimos esperando algo más. Como en el teatro del absurdo, de Samuel Beckett “Esperando a Godot”. Dos vagabundos esperando en medio del camino, posiblemente a Dios, el que nunca llega. “pero mañana seguro que sí”.
Alguien dijo que la vida es algo que pasa demasiado deprisa, mientras hacemos planes para el futuro, más allá de la prisa y, de la espera.
Jacinto Herreras Martín ... (ver texto completo)
MÁS ALLÁ DE LA PRISA Y DE LA ESPERA II

Como aún seguimos poéticamente esperando a Godot, -según el teatro del absurdo- hoy me voy a ir al gimnasio andando unos cinco kilómetros, viendo el panorama… Yo que vivo en Santander en la zona de Castilla-Hermida. Después de cruzar la calle se pasa por el parque de la Marga a un escenario surrealista, la acera con una escalera estorbando del centro deportivo “Orlando” te hace recordar como unos alcaldes se hicieron con nuestros aparcamiento del barrio, ... (ver texto completo)
Buen día Josefina, creo que resultaremos parientes. Te cuento lo que he podido averiguar: Hilario Casas Rodriguez era hermano de mis bisabuelo Manuel Casas Rodriguez. Manuel Casas tuvo entre otros hijos a Zacarias Aurelio Casas (mi abuelo) Isabel Casas, Teresa Casas y Antonio Casas.
Cuando me contas que vivis en Rosario, me recuerdo que Teresa me contaba que tenía una prima en Rosario que era María. No se si la conoces?
Nosotros vivimos en Río Cuarto, Córdoba.
Los otros días, le comentaba a mi ... (ver texto completo)
HOLA EDUARDO! QUE PENA QUE NO VOLVI POR ESTA WEB, NO HABIA LEIDO TU RESPUESTA!
ME DIO MUCHA ALEGRIA, VER QUE SOMOS PARIENTES LEJANOS.
yO CONOCI, DE ADOLESCENTE A TUS TIOS TERESA Y ANTONIO, QUE VIVIAN EN LA CRUZ, CORDOBA? TENIAN UN NEGOCIO DE RAMOS GENERALES, MI PAPA LOS APRECIABA MUCHO Y LOS VISITAMOS VARIAS VECES EN VERANO.
Y TU BISABUELO MANUEL, LO TUBO UN TIEMPO A MI PAPA, JULIAN CASAS HERNANDEZ, CUANDO LLEGARON DE ESPAÑA, EN 1920. MI PAPA LO RECORDABA SIEMPRE CON CARIÑO, Y EL REGALO DE SU ... (ver texto completo)
Narciso, esa fotografía del artesonado la tengo yo tiempo ha. Yo creo que lo interesante sería descubrir el lugar donde se encuentra repuesto.
Concha: cuando regreses de viaje verás tu artesonado un saludo
hola cuando regrese de su viaje si tiene alguna foto nos gustaria a todos poder verlas
Saludos Concha: acércate un día San Pedro y dices a D. Cesar que te enseñe algún libro. Referente a las fotos que tienes por que no las cuelgas como he hecho yo y así podemos verlas y tomar prestada alguna.
¿A San Pedro de Latarce?. De momento es difícil. Si este verano cae, y me atrevo, lo intentaré. De todas formas, y desde el mes de agosto pasado, se van a reunir cada año en Villardefrades todo aquel de Almaraz que lo desee.
Pero yo apostaría que en San Pedro no hay nada. Si lo del Ayuntamiento pasó al de Villardefrades, es más lógico que los libros de la parroquia de Almaraz hayan pasado a la de Villardefrades también.
En fin, si encuentro alguna foto que pueda seros útil os la enviaré. De momento ... (ver texto completo)
Hola, Narciso. Que los libros estén en el Archivo de la Catedral, es verosímil, al fin y al cabo el Arzobispado fue quien vendió la Iglesia. Lo de los Jesuitas, no lo sé. Y en San Pedro de Latarce... me parece muy raro. De todas formas, cualquier cosa es posible porque cuando desalojaron la Iglesia, cualquiera pudo entrar en ella porque las puertas estuvieron de par en par y creo que alguien pudo llevarse un misal por no entretenerse en arrancar un valioso artesonado mudéjar que con el tiempo desapareció. ... (ver texto completo)
Saludos Concha: acércate un día San Pedro y dices a D. Cesar que te enseñe algún libro. Referente a las fotos que tienes por que no las cuelgas como he hecho yo y así podemos verlas y tomar prestada alguna.
Buenas noches. Me encantaría saber donde localizar al señor Antonio Ignacio Meléndez Alonso, sacerdote oriundo de la localidad. Ha casado a mis padres y los ha tratado tan sumamente bien (tenemos un grandísimo recuerdo de él) que me encantaría que presidiera mi boda.

He tratado de localizarle y me resulta sumamente díficil. Agradecería si algún vecino conociera donde se encuentra. Agradecería enormemente la información.

Me harúa mucha ilusión. De veras.

Gracias.
Buenas tardes, en internet figura como miembro de la Archidiócesis de Madrid, `por lo que creo que debieras de ponerte en contacto con ellos para localizarle.
Buenas noches. Me encantaría saber donde localizar al señor Antonio Ignacio Meléndez Alonso, sacerdote oriundo de la localidad. Ha casado a mis padres y los ha tratado tan sumamente bien (tenemos un grandísimo recuerdo de él) que me encantaría que presidiera mi boda.

He tratado de localizarle y me resulta sumamente díficil. Agradecería si algún vecino conociera donde se encuentra. Agradecería enormemente la información.

Me harúa mucha ilusión. De veras.

Gracias.
Contertulia Concha: es mentir que hay libros en el Archivo de la Catedraal? que algunos los tiene el sacerdote de San Pedro Latarce? por que no alguno en poder de los jesuitas de Villagarcia?. referrente a las fotos ahí tienes colgadas algunas de la última época: retablo, pila, etc.... un saludo
Hola, Narciso. Que los libros estén en el Archivo de la Catedral, es verosímil, al fin y al cabo el Arzobispado fue quien vendió la Iglesia. Lo de los Jesuitas, no lo sé. Y en San Pedro de Latarce... me parece muy raro. De todas formas, cualquier cosa es posible porque cuando desalojaron la Iglesia, cualquiera pudo entrar en ella porque las puertas estuvieron de par en par y creo que alguien pudo llevarse un misal por no entretenerse en arrancar un valioso artesonado mudéjar que con el tiempo desapareció. ... (ver texto completo)