AQUELLA
NOCHE LA GUADAÑA DE LA MUERTE ESTUVO AL LADO
Eran las once menos cuarto de la noche, de aquel 16 de agosto de 1995. En aquel
pueblo soriano, los jóvenes empezaban a echar sus cuentas, de poder divertirse, sin pensar demasiado en la
carretera, habían pensado ir a
bailar, y al tiempo beber, en la
fiesta del Burgo de
Osma, donde aquella noche, los
fuegos artificiales daban mucho aliciente a toda aquella comarca, de las riberas del Ucero, Abión y Duero. Sin pensarlo demasiado, aquel grupo de
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