EL OLMO DE LA ALAMEDA
Era aquel, un olmo viejo
de tiempos centenarios
hueco por dentro,
como si su destino hubiera sido proyectado.
De enormes dimensiones
tan grande era, que por eso destacaba
que la gente lo admiraba
incluso allí la Banda tocaba.
Un templete en lo alto allí pusieron
y la Banda Municipal allí tocaba
una escalera por el hueco allí le hicieron
uno a uno de los músicos allí subía.
El concierto dominguero se tocaba
con buen temple con batuta y con sonata
alrededor del árbol la gente aglomerada
escuchando la Banda en la Alameda.
Pero viejo, ya muy viejo, el olmo grueso
empezó a morirse lentamente
las ardillas corretean por el tronco
y se le iban cayendo sus capas ya sin verde.
Qué tristeza me da llegar a la Alameda
tan hermosa y bonita como es
con su hermosa Rosaleda
las lindas ardillas corretean y las ves
como buscando el árbol que se fue.
Hermosa pradera con rosales
y una preciosa capilla hay en la entrada
la Soledad por Reina en el altar
y el Cristo del Humilladero está detrás
con ramos hermosos de la bella Rosaleda
que tan bonito todo adornan la Alameda.
Autora Isabel Lafuente
Era aquel, un olmo viejo
de tiempos centenarios
hueco por dentro,
como si su destino hubiera sido proyectado.
De enormes dimensiones
tan grande era, que por eso destacaba
que la gente lo admiraba
incluso allí la Banda tocaba.
Un templete en lo alto allí pusieron
y la Banda Municipal allí tocaba
una escalera por el hueco allí le hicieron
uno a uno de los músicos allí subía.
El concierto dominguero se tocaba
con buen temple con batuta y con sonata
alrededor del árbol la gente aglomerada
escuchando la Banda en la Alameda.
Pero viejo, ya muy viejo, el olmo grueso
empezó a morirse lentamente
las ardillas corretean por el tronco
y se le iban cayendo sus capas ya sin verde.
Qué tristeza me da llegar a la Alameda
tan hermosa y bonita como es
con su hermosa Rosaleda
las lindas ardillas corretean y las ves
como buscando el árbol que se fue.
Hermosa pradera con rosales
y una preciosa capilla hay en la entrada
la Soledad por Reina en el altar
y el Cristo del Humilladero está detrás
con ramos hermosos de la bella Rosaleda
que tan bonito todo adornan la Alameda.
Autora Isabel Lafuente
