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SORIA: Lo leí en diagonal.......

Los estilos literarios
Cada escritor tiene su estilo, es decir, una forma de expresión que lo distingue y sirve como estampa de su personalidad. Así como distinguimos a nuestros amigos por su forma de reír, caminar o hablar, el estilo literario nos permite identificar las obras con sus autores por la manera en que están escritas. Veamos algunos.

Capacidad: Distingue los diferentes estilos literarios.

El estilo sobrio

El estilo sobrio rechaza todo tipo de recursos literarios que sirven sólo como ornamentación y se limita a exponer los conceptos de forma directa y clara. Este estilo es muy frecuente en las obras de carácter didáctico.

El hombre es el único ser que consume sin producir. No da leche, no pone huevos, es demasiado débil para tirar del arado y su velocidad ni siquiera le permite atrapar conejos. Sin embargo, es dueño y señor de todos los animales. Los hace trabajar, les da el mínimo necesario para mantenerlos y lo demás se lo guarda para él.

(Revolución en la granja, George Orwell)

El estilo sencillo

Similar al estilo sobrio, el sencillo busca la claridad ante que complicaciones. Admite los adornos y los elementos poéticos, pero rechaza las exageraciones y los recursos rebuscados.

El estilo nítido

El estilo nítido es el que se destaca por la corrección, la elegancia y la propiedad. Admite imágenes y figuras literarias siempre que no dificulten la comprensión del mensaje.

El estilo elegante

El estilo elegante se caracteriza por otorgar colorido a la obra. Abunda en adornos literarios, en figuras poéticas, en la armonía, etc., pero cuidando el equilibrio de los adornos poéticos.

Para todo trabajo
Para todo trabajo,
Señor,
fieros y competentes en puntear las reses
y en talar quebrachales,
repuntar en los montes la cerrazón del alba,
regar las hortalizas secas en el verano,
desbravar alazanes indomables,
apagar la humareda del noroeste triste.
(Elvio Romero)

El estilo florido

El estilo florido se caracteriza por el empleo recargado de las imágenes, metáforas y otros recursos poéticos para dar una impresión de vivacidad a la obra y hacerla atractiva, aunque la comprensión exija mayor esfuerzo por parte del receptor.

Silencio de cal y mirto.
Malvas en las hierbas finas.
La monja borda alhelíes
sobre una tela pajiza.
Vuelan en la araña gris,
siete pájaros del prisma.
La iglesia gruñe a lo lejos
como un oso panza arriba.
¡Qué bien borda! ¡Con qué gracia!
Sobre la tela pajiza,
ella quisiera bordar
flores de su fantasía.
¡Qué girasol! ¡Qué magnolia
de lentejuelas y cintas!
¡Qué azafranes y qué lunas,
en el mantel de la misa!
Cinco toronjas se endulzan
en la cercana cocina.
Las cinco llagas de Cristo
cortadas en Almería.
Por los ojos de la monja
galopan dos caballistas.
Un rumor último y sordo
le despega la camisa,
y al mirar nubes y montes
en las yertas lejanías,
se quiebra su corazón
de azúcar y yerbaluisa.
¡Oh!, qué llanura empinada
con veinte soles arriba.
¡Qué ríos puestos de pie
vislumbra su fantasía!
Pero sigue con sus flores,
mientras que de pie, en la brisa,
la luz juega el ajedrez
alto de la celosía.

(Federico García Lorca)

El estilo pomposo

El estilo pomposo o ampuloso abunda en adornos poéticos al igual que el estilo florido, pero añade una entonación elevada a la expresión del pensamiento y rotundidad al período.

El estilo magnífico

El estilo magnífico se distingue por la sublimidad del pensamiento. Para lograr este efecto, recurre a las figuras poéticas y otros recursos literarios que dan elegancia y colorido a la expresión.

El estilo sublime

La excelencia de los pensamientos, la belleza de las imágenes y el buen empleo de los recursos literarios hacen que el estilo sublime tenga un poder extraordinario que arrebata al lector u oyente.

El estilo jocoso y humorista

El estilo jocoso utiliza los recursos literarios para otorgar un carácter cómico a las producciones. Su finalidad es hacer reír.

El estilo cortado

El nerviosismo es la nota característica del estilo cortado. Está elaborado con oraciones muy breves y no admite adornos ni rodeos innecesarios. Expresa el pensamiento en forma rápida y pasa de unos pensamientos a otros con rapidez.

El estilo vivo

Vivo, como su nombre dice, es el estilo que comunica vivacidad, animación y alegría. Es divertido y busca recrear al lector pero sin ser jocoso.

El estilo enérgico

La fuerza y el vigor de la expresión se destacan en el estilo enérgico. Cada oración y cada pensamiento parece que fuese una frase esculpida en una lápida y para la cual no se admitiría ninguna objeción.

El estilo vehemente

El estilo vehemente concede un predominio al impulso de la pasión e incluso de la violencia. Las palabras y las ideas reflejan ese impulso y se precipitan unas tras otras.

El estilo dramático

Al impulso y a la pasión del estilo vehemente, el dramático añade un concepto de oposición entre varias cosas para mantener una actitud de lucha que hace resaltar la idea central.

Lo leí en diagonal....

"Leer en diagonal es una técnica de lectura rápida y poco profunda. Literalmente se miran las hojas del documento en diagonal para hacerse una idea rápida del contenido.

En contexto:

- ¿Leíste el documento?
- No, en realidad no me detuve tanto, hice una lectura diagonal.

Quizá sea un término usado en contextos o profesiones muy concretas. En mi caso, por mis manos pasan bastantes documentos y tengo que darles orden de prioridad según el contenido. Es una ténica útil para este cometido y como os decía la expresión define literalmente lo que se hace. Esta expresión es más concreta, según mi modesto entender, que las dar una ojeada u hojear un documento"