SORIA: El Convento de San Francisco de Soria...

El Convento de San Francisco de Soria

Ruinas del convento de San Francisco
Ruinas del Convento de San Francisco de Soria

Una piadosa tradición aceptada por los grandes cronistas de la Orden, mantiene que San Francisco pasó por Soria, en 1214, cuando acudía a Santiago en peregrinación. Se hospedó en lo que entonces era monasterio de Nuestra Señora del Mercado, después llamado La Blanca, más tarde priorato de benitos y, desde 1854, coso taurino. Desde allí, una mañana cruzó lo que entonces sería dehesa boyal, después dehesa de San Andrés, formó cinco montones de piedras, y a la pregunta del monje que le acompañaba sobre este acto, el de Asís dijo que “comenzaba la obra de Dios como podía”. Al margen de leyendas, parece ser que antes de 1227 el convento ya estaba fundado.

La falta de documentación hace imposible ser más concretos. Como veremos, las vicisitudes por las que este monasterio ha pasado a lo largo de su dilatada vida, hace pensar que todo se perdiera de una u otra forma, tal y como nos aseguran.

En el libro de actas del Ayuntamiento encontramos la primera mención directa al monasterio, en la tardía fecha de 1584. Se trata de un Acuerdo del 21 de febrero de 1584, por el cual el Común de la Ciudad de Soria acuerda ayudar al convento en su restauración, ya que el edificio estaba en peligro de ruina. Se les concede cuatrocientos ducados (la necesidad era de más de cuatro mil ducados) de sobras de alcabalas del año 84 y del depósito de la Ciudad, cien de cada, y de fuentes y puentes doscientos (A. H. L. sección Actas).

Se consolidó el monasterio pero, treinta y cuatro años más tarde se incendió.

“En la ciudad de Soria, a 16 de (no se ve el mes) de 1618. Se reúnen el estado del común para “tratar y consensuar las cosas tocantes al dicho estado y siendo que estando presentes (aquí los jurados de las distintas cuadrillas de la ciudad), se acordó lo siguiente, acerca de que con don Antonio Lacasci, prior de San Francisco, extramuros de esta ciudad se ha quemado (…) produce lástima y compasión y para que esto se procure remediar lo que se pudiere (…) acordo el dicho estado que por cuadrillas vaya la gente de esta ciudad a trabajar en sacar la tierra y otros materiales para que se pueda habitar el convento (…) al vecino que se le notifique por el jurado y no vaya, se le saque prenda por cien maravedíes para que con ellos vaya un peón para el dicho efecto”. En ella se dice que el convento se quemó en día de la Conversión de San Pablo, 25 de enero de 1618. El incendio fue “tan vehemente que se abrasó todo, sin quedar indemne más que la iglesia y el coro”. (A. H. L. S. Sección Actas)

La ciudad se volcó. Después de desescombrar se aprobaron sisas para recaudar tres mil ducados a los vinos, carneros… La sisa se impuso con la condición de que la provincia de la Concepción, a la que pertenecía el convento, contribuyera con 800 ducados anuales mientras durase la obra.

A partir del incendio abunda la documentación en protocolos notariales. Aprovechando el fuego, los nobles restauran las capillas. Así hallamos el arreglo de la capilla de los mariscales:
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Carlos Jerónimo de Arellano, gobernador de las villas de Ciria y Borobia (Soria), en nombre de Don Carlos de Luna y Arellano, mariscal de Castilla, contrata hacer la cubierta de la capilla de los señores mariscales, en la iglesia del Convento de San Francisco de Soria, con Juan Fernández Prieto, carpintero, vecino de dicha ciudad. “Se ha de pagar en una librança sobre las personas que tienen arrendado Dehesa de Tablado”, previa tasación por expertos (7-6-1618. A. H. P. S. Notaría de Miguel de la ... (ver texto completo)