En cuanto al subtítulo elegido “El Imperio que no pudo ser”, reconozco que puede pecar un poco de pretencioso, pero me lo sugirió la relectura de ese excelente libro que es MITOLOGÍA CRISTIANA de mi bien amado Vicente Risco, donde hablaba con pasión de galaico de la posibilidad histórica de un Imperio Celta que hubiera florecido de haber predominado la cultura céltica sobre la romana. Un mundo paganizante donde no es previsible que hubiera triunfado una religión oriental como la cristiana (que sólo recula sobre Europa al fracasar en Oriente). Por soñar que no quede. En todo caso no soy el único en pensar que la conquista romana abortó un incipiente Imperio Celtíbero. Podrá acusárseme, si acaso, de exagerar o de tomar deseos por realidades, pero nunca de mentir ni de fantasear sobre la pura nada.
También he de añadir que no considero el tema agotado, mientras releía, redactaba, corregía, añadía y suprimía, las ideas no han dejado de bullir en mi cabeza. Para los que tenemos la funesta manía de pensar -en un mundo que se autoidiotiza con ejemplar y unánime deportividad- un tema nunca está cerrado. Que lo sepa, pues, el lector. Está advertido. Como MacArthur en las Filipinas, “Volveré…”
También he de añadir que no considero el tema agotado, mientras releía, redactaba, corregía, añadía y suprimía, las ideas no han dejado de bullir en mi cabeza. Para los que tenemos la funesta manía de pensar -en un mundo que se autoidiotiza con ejemplar y unánime deportividad- un tema nunca está cerrado. Que lo sepa, pues, el lector. Está advertido. Como MacArthur en las Filipinas, “Volveré…”
"Para los que tenemos la funesta manía de pensar -en un mundo que se autoidiotiza con ejemplar y unánime deportividad-..."
Cuánta verdad se recoge en tan sabias palabras. ¿Cuándo se celebraría el último entierro de un intelectual español?, me pregunto.
Ni se recuerda, supongo.
Cuánta verdad se recoge en tan sabias palabras. ¿Cuándo se celebraría el último entierro de un intelectual español?, me pregunto.
Ni se recuerda, supongo.