Se puede decir más alto, pero no más claro. A ver si algún día, con más tiempo, volvemos sobre el tema. Sólo hay que ver cómo se han multiplicado los cargos en los últimos años -muchos sin sentido aparente, o no- y cómo una vez instalados, en caso de perderlo se buscan otro. El caso es vivir, y bien, porque son dos días. No me extrañaría que, al paso que vamos, algún día espabile este pueblo, tan drogado por otras cosas, y pase de acudir a las urnas cada cuatro años. Ya veremos, que dijo uno de la ONCE.