Cualquiera que vea esta fotografía y no conozca de nada a sus protagonistas puede pensar perfectamente que se ha sacado de un fotograma de películas como Los Santos Inocentes o Marcelino Pan y Vino. Un retrato en blanco y negro de una infancia triste de la España desamparada. Pero los que conocemos tanto el lugar como a sus personajes sabemos que está a años luz de esa impresión. Es suficiente fijarnos unos segundos en todos ellos para sacar una conclusión. Sus gestos y sus caras reflejan paz y una ... (ver texto completo)