Si cualquier día os dijera que he perdido las ganas de vivir, ¡No os preocupéis!. Comprendedme, que al decirlo, no disminuye en absoluto el amor que os tenido. Para vosotros siempre he deseado lo mejor y me he enforzado para que el mundo fuera mejor, más confortable y más encantador.
Seguirá... Hasta luego.
Un abrazo.
Cuando se tiene que cuidar a una persona mayor pariente cercano (por ejemplo) no es tarea fácil. Hay mucho de todo. Alegrias y tristezas y el día a día suele ser muy agetreado.
Pero cuando llega a su fin dicha tarea, queda un gran vacio, que poco a poco toca superar (es ley de vida).
Queda un mal sabor de boca, cuando llegado el final, uno piensa que no ha hecho todo lo que tenia que hacer, que podia haber hecho mucho más... en fin que pasan por la mente demasiadas cosas, que sólo el tiempo lo puede curar.
Pero claro es el final, y aunque lo estas viendo, no quieres hacerte a la idea y cuando el desenlace de todo llega a su fin, la mente se llena de repente de todo el tiempo pasado con dicho paciente y surgen miles de preguntas...
No todo el mundo esta dispuesto a sacrificarse ni un apice...
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