Es sobrecogedor saber que nada de lo que vemos es eterno. Todo tiene los días contados: La vida humana, la permanencia de un objeto, la vida de un continente, la del planeta, la del sol...
Una de las predicciones de la Teoría de la Gran Unificación (TGU), dice que el protón no tiene vida infinita, sino que le llegará el día que muera. Predice que la vida media de un protón es de 10^31 años (Un 1 seguido de 31 ceros). En la muerte de un protón súbitamente degenera y se transforma en un Positrón (Un antielectrón) y un Pion. Esta vida es promedio, no significa que llegado ese año todos los protones desaparezcan, sino que unos tendrán muertes prematuras y otros serán más longevos en el tiempo.
Hasta el momento se han realizado experimentos de detección de la muerte del protón pero nunca se ha encontrado ninguno. Es posible que el protón decaiga a una edad aún mayor, tal vez 10^34 años.
¿Qué le pasará al Universo en un futuro lejano? Toda la materia se difuminaría, desapareciendo el Universo material: Los protones se transformarían en positrones y piones; después los positrones chocarían con los electrones desintegrándose ambos y transformándose en luz. Un Universo carente de materia donde sólo exista luz... ¡que extraño cosmos!
Nada es eterno, llegará el día en que la Gioconda de Leonardo da Vinci comience a difuminarse, a degradarse protón a protón, a desintegrarse; transformándose en luz, y desapareciendo de la faz de este universo cambiante.
Un abrazo, amigos de Soria
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