Era hora de volver a
casa. La mañana, había transcurrido muy deprisa. Atrás, quedaban los otros
pueblos que había visitado.
De Espeja me llevo sobre todo sensaciones, hermosos
paisajes, gentes maravillosas.
En mi cuaderno de notas apunto:
"
Espeja de san Marcelino; un bello lugar con aire de reposo,
calles limpias,
casas floridas, y, sobre todo gente, muy buena gente". ¡Hasta pronto!.