CUANDO BAJAS AL UCERO
Cuando bajas al Ucero
a las dos de la mañana,
no recites ROMANCERO
ni sientas tu vida vana.
Vienes viviendo esa brisa
de la noche destemplada,
y buscas cierta sonrisa
sobre tu vida embrujada.
El Ucero te comprende
al sentirte sola y rara,
más tu voluntad se vende
en la noche poco clara.
Cuando bajes al Ucero
mírate bien tus enaguas,
no sueñes al Río Duero
que son distintas sus aguas.
El Ucero va tranquilo
a las dos de la mañana,
sobre su cauce perfilo
una corriente muy sana.
Los álamos se preguntan
si eres moza despistada,
y hasta los juncos se asustan
al ver venir la alborada.
La Cruz del Siglo vigila
esas noches desquiciadas,
donde el peligro se enfila
entre mozas bien plantadas.
Si bajas al Río Ucero
y aflora la madrugada,
lo le llames traicionero,
no tiene culpa de nada.
G X Cantalapiedra.
13 – 10 – 2025.
Cuando bajas al Ucero
a las dos de la mañana,
no recites ROMANCERO
ni sientas tu vida vana.
Vienes viviendo esa brisa
de la noche destemplada,
y buscas cierta sonrisa
sobre tu vida embrujada.
El Ucero te comprende
al sentirte sola y rara,
más tu voluntad se vende
en la noche poco clara.
Cuando bajes al Ucero
mírate bien tus enaguas,
no sueñes al Río Duero
que son distintas sus aguas.
El Ucero va tranquilo
a las dos de la mañana,
sobre su cauce perfilo
una corriente muy sana.
Los álamos se preguntan
si eres moza despistada,
y hasta los juncos se asustan
al ver venir la alborada.
La Cruz del Siglo vigila
esas noches desquiciadas,
donde el peligro se enfila
entre mozas bien plantadas.
Si bajas al Río Ucero
y aflora la madrugada,
lo le llames traicionero,
no tiene culpa de nada.
G X Cantalapiedra.
13 – 10 – 2025.