CUANDO UN PERRO PODENCO SALE VIOLENTO
Esta es la historia de un perro podenco, que parece ser que su padre debió de ser un lobo. Y su madre cuando les echo al mundo, debió de decir, ahí os dejo esta manada de lobos disfrazados de podencos. Como dicho perro parecía, su carácter enseguida se vio que era violento, su gesto de dominador machista ibérico, y su forma de no respetar a nadie, Aunque sus dueños le llevaron a educar a Montecan, digamos Monte Carmelo, un lugar a las afueras de la capital de España, donde la mayoría de los perros salían obedeciendo, este aprendiz de lobo salía con los dientes afilados esperando hacer de las suyas, nada más llegar a casa, se iniciaba con los muebles, cortinas, tresillos, sillas, libros, y demás cosas incluso los rodapiés de la casa mordiéndoles, y eso que la comida nunca le faltaba. Los calcetines los sacaba de la lavadora, incluso metía su cabeza en los bolsos para sacar pañuelos carteras o guantes, y todo lo destrozaba, para romperlos, lo mismo que el calzado que no se guardaba, el perro podenco digamos lobo. Era una fiera, no podía entrar nadie en casa de sus dueños, incluso otros miembros de la familia tampoco, ya que quería morderlos sin compasión, lo mismo pasaba con los técnicos del gas o del agua, tenían que encerrarle en una habitación para que no les atacara. Mientras el podenco seguía ladrando a tope. En la calle cada vez que veía a un perro u otro animal, su pelo se le ponía como un erizo, y intentaba atacarle al cuello. Sus dientes de acero inoxidable les enseñaba con esa boca grande abierta, y parece ser que hasta los perros mas grandes de talla que este podenco le tenían miedo. Era una fiera para todos los vecinos, aunque con sus dueños les abrazaba y se dormía en sus brazos como un niño pequeño, Más un día en el Burgo de Osma, se escapo de la casa donde vivía, y se marchó por las veredas del Río Ucero, quizá siguiendo a los gamos o jabalís, solo se sabe que desapareció por esos campos de Soria, sin dejar huellas por donde paso. Alguien comentó, este perro buscaba libertad. Y lo ha logrado.
G X Cantalapiedra.
Esta es la historia de un perro podenco, que parece ser que su padre debió de ser un lobo. Y su madre cuando les echo al mundo, debió de decir, ahí os dejo esta manada de lobos disfrazados de podencos. Como dicho perro parecía, su carácter enseguida se vio que era violento, su gesto de dominador machista ibérico, y su forma de no respetar a nadie, Aunque sus dueños le llevaron a educar a Montecan, digamos Monte Carmelo, un lugar a las afueras de la capital de España, donde la mayoría de los perros salían obedeciendo, este aprendiz de lobo salía con los dientes afilados esperando hacer de las suyas, nada más llegar a casa, se iniciaba con los muebles, cortinas, tresillos, sillas, libros, y demás cosas incluso los rodapiés de la casa mordiéndoles, y eso que la comida nunca le faltaba. Los calcetines los sacaba de la lavadora, incluso metía su cabeza en los bolsos para sacar pañuelos carteras o guantes, y todo lo destrozaba, para romperlos, lo mismo que el calzado que no se guardaba, el perro podenco digamos lobo. Era una fiera, no podía entrar nadie en casa de sus dueños, incluso otros miembros de la familia tampoco, ya que quería morderlos sin compasión, lo mismo pasaba con los técnicos del gas o del agua, tenían que encerrarle en una habitación para que no les atacara. Mientras el podenco seguía ladrando a tope. En la calle cada vez que veía a un perro u otro animal, su pelo se le ponía como un erizo, y intentaba atacarle al cuello. Sus dientes de acero inoxidable les enseñaba con esa boca grande abierta, y parece ser que hasta los perros mas grandes de talla que este podenco le tenían miedo. Era una fiera para todos los vecinos, aunque con sus dueños les abrazaba y se dormía en sus brazos como un niño pequeño, Más un día en el Burgo de Osma, se escapo de la casa donde vivía, y se marchó por las veredas del Río Ucero, quizá siguiendo a los gamos o jabalís, solo se sabe que desapareció por esos campos de Soria, sin dejar huellas por donde paso. Alguien comentó, este perro buscaba libertad. Y lo ha logrado.
G X Cantalapiedra.