DEZA: Vamos a seguir dándole a la trilla. Recuerdo un año,...

Vamos a seguir dándole a la trilla. Recuerdo un año, en el que mi padre, por estas fechas todavía estaba trillando. Tuvo que pasar la mies que tenía en su era, a otra de un cuñado puesto que en la nuestra pegaba la sombra casi todo el día y no se adelantaba.
Voy a llevar a cabo una recopilación del trillo que usábamos desde el tiempo de asirios, mucho antes todavía que de los romanos, que ya es decir.

El trillo.

Un trillo era un apero o herramienta agrícola que quedó obsoleta, con la llegada de la trilladora. Se destinaba a separar el trigo de la paja y a desmenuzar esta, es decir, a trillar. Era un tablero grueso, hecho con varias tablas, de forma rectangular o trapecial, con la parte frontal algo más estrecha y curvada hacia arriba (como un trineo) y cuyo vientre estaba guarnecido de esquirlas cortantes de piedra (lascas) y de sierras metálicas (cuchillas). Las dimensiones de los trillos variaban, pero, en España, solían tener hasta dos metros de largo, por metro y medio de ancho (aproximadamente). De hecho los había de otras medidas pues no todas las mulas podían aguantar su arrastre todo el día, a veces trotando y con calor. El grosor de los listones de los trillos es de unos cinco o seis centímetros. Sin embargo, los trillos los hacían a medida, por encargo. Todavía hoy en día suelen hacerlos más pequeños, como adorno o souvenir, desde miniaturas, hasta los tamaños citados.

Un abrazo.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Claudio Boutelou, en 1806, define en una narración de aquellos tiempos, este instrumento agrícola propio del área mediterránea como:

«…de tres a cuatro pies de ancho y unos seis de largo, variando frecuentemente estas dimensiones, y se compone de dos o tres tablones ensamblados unos con otros, de más de cuatro pulgadas de grueso, en los que se hallan embutidas por su parte inferior muchos pedernales muy duros y cortantes que arrastran sobre las mieses. En la parte anterior hay clavada una argolla para atar la cuerda que le arrastra, y a la que se enganchan comúnmente dos caballerías; y sentado un hombre en el trillo lo conduce dando vueltas sobre la parva extendida en la era. Si el hombre necesita más peso, pone encima piedras grandes»

Un abrazo. ... (ver texto completo)


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