Relojes de torres y campanarios.
Antes de inventarse los relojes personales de pulsera y de bolsillo se inventaron relojes muy grandes de mecanismos complicados y pesados que se colocaban en lo alto de las torres y campanarios de los pueblos y ciudades para que los ciudadanos tuviesen conocimiento de la hora del día. A estos relojes se les conectaba a una o varias campanas grandes y sonoras y eran las que iban indicando con sus toques peculiares las horas y cuartos de hora cuando se iban cumpliendo. A lo largo de los años hay relojes de este tipo que se han hecho muy famosos, como el situado en la Torre de Londres o el situado en la Puerta del Sol de Madrid.
El anterior reloj de nuestra torre lo fabricó un herrero de Alhama del Río Alhama. Está documentado. Lo que no sé, es si el citado herrero tenía taller de relojería pues no creo que fuera pieza única, el nuestro. Acabó desguazado y en el chatarrero a pesar de todo su valor histórico. Y es que hace cada cosa la ignorancia...
Un abrazo.
Antes de inventarse los relojes personales de pulsera y de bolsillo se inventaron relojes muy grandes de mecanismos complicados y pesados que se colocaban en lo alto de las torres y campanarios de los pueblos y ciudades para que los ciudadanos tuviesen conocimiento de la hora del día. A estos relojes se les conectaba a una o varias campanas grandes y sonoras y eran las que iban indicando con sus toques peculiares las horas y cuartos de hora cuando se iban cumpliendo. A lo largo de los años hay relojes de este tipo que se han hecho muy famosos, como el situado en la Torre de Londres o el situado en la Puerta del Sol de Madrid.
El anterior reloj de nuestra torre lo fabricó un herrero de Alhama del Río Alhama. Está documentado. Lo que no sé, es si el citado herrero tenía taller de relojería pues no creo que fuera pieza única, el nuestro. Acabó desguazado y en el chatarrero a pesar de todo su valor histórico. Y es que hace cada cosa la ignorancia...
Un abrazo.