¿Cómo se llama el molde de hacer adobes...?
Y la mujer del quesero... ¿Qué será?.
Un abrazo y buenas noches. A ver si mañana nos ponemos hacer adobes.
Y la mujer del quesero... ¿Qué será?.
Un abrazo y buenas noches. A ver si mañana nos ponemos hacer adobes.
Anoche me propuse hacer adobes o mejor dicho, enseñar a fabricar adobes. El adobe fue uno de los materiales más comunes e importantes utilizados en la arquitectura popular de nuestros tiempos.
El adobe lo podemos definir como el ladrillo formado con tierra arcillosa y paja de cereal al que a veces se le añadía cal, arena o estiércol para darle mayor consistencia y duración ante las inclemencias del tiempo ya que una cara generalmente estaba expuesta al sol, al aire, a la lluvia, a la nieve y granizo de por vida.
El secado del adobe no precisaba de ninguna cocción como la mayoría de los otros materiales de construcción; pero se deberían de tener en cuenta los factores climáticos ante los que iba a estar expuesto en el proceso de fabricación y secado ya que se hacían al aire libre. Una lluvia inoportuna o una helada temprana, podían dar al traste con tu trabajo de días.
La fabricación del adobe era antaño una tarea sencilla pero muy penosa debido al esfuerzo necesario para mezclar toda la tierra con la paja, sin otra herramienta que los propios pies seguramente desnudos, en un ambiente húmedo en el que se era proclive a coger todo tipo de enfermedades reumáticas.
El adobe era uno de los materiales de construcción que mejor aislamiento térmico ofrecía a nuestras casas y prácticamente todas ellas estaban fabricadas así. Muchas de aquellas casas en nuestros pueblos ofrecen hoy en día una cara diferente de la de entonces pues en los tiempos actuales casi todas las fachadas están remozadas con yeso o cemento, perdiendo con ello toda identidad urbanística, que las hacía semejantes al suelo en donde están emplazadas. Hay que pensar que muchas de ellas procedían de tierras sacadas de allí mismo, de la huerta de al lado o de la era cercana.
Un abrazo.
El adobe lo podemos definir como el ladrillo formado con tierra arcillosa y paja de cereal al que a veces se le añadía cal, arena o estiércol para darle mayor consistencia y duración ante las inclemencias del tiempo ya que una cara generalmente estaba expuesta al sol, al aire, a la lluvia, a la nieve y granizo de por vida.
El secado del adobe no precisaba de ninguna cocción como la mayoría de los otros materiales de construcción; pero se deberían de tener en cuenta los factores climáticos ante los que iba a estar expuesto en el proceso de fabricación y secado ya que se hacían al aire libre. Una lluvia inoportuna o una helada temprana, podían dar al traste con tu trabajo de días.
La fabricación del adobe era antaño una tarea sencilla pero muy penosa debido al esfuerzo necesario para mezclar toda la tierra con la paja, sin otra herramienta que los propios pies seguramente desnudos, en un ambiente húmedo en el que se era proclive a coger todo tipo de enfermedades reumáticas.
El adobe era uno de los materiales de construcción que mejor aislamiento térmico ofrecía a nuestras casas y prácticamente todas ellas estaban fabricadas así. Muchas de aquellas casas en nuestros pueblos ofrecen hoy en día una cara diferente de la de entonces pues en los tiempos actuales casi todas las fachadas están remozadas con yeso o cemento, perdiendo con ello toda identidad urbanística, que las hacía semejantes al suelo en donde están emplazadas. Hay que pensar que muchas de ellas procedían de tierras sacadas de allí mismo, de la huerta de al lado o de la era cercana.
Un abrazo.
El adobe se hacía en mis tiempos y ya de antiguo con tierra arcillosa revuelta con paja de centeno que es más correosa y larga; amasada con los pies y las manos en un hoyo cavado en la huerta o en la era del propietario, en donde me vertía el agua necesaria. Las medidas tenían aproximadamente unos 25 x 30 x 10 cm. La mezcla ideal, según estimaciones modernas varía muchísimo de aquella primitiva. Ahora los fabrican con un contenido de 20% de arcilla y un 80% de arena. Estos materiales, mezclados con agua, adquieren una forma más fluida que antes y permite hacer los moldes con las dimensiones especificadas. Cuando parte del agua se evapora, el ladrillo es capaz de sostenerse por sí mismo. Es entonces cuando se remueve la forma, completándose su secado al sol. Después de varios días, para acelerar el secado, los ladrillos son movidos, apoyándoselos en una de sus caras laterales. Al cabo de unos pocos días están listos para ser apilados. La cura completa se lleva unos 30 días al cabo de los cuales, el ladrillo es fuerte como para empezar cualquier obra.
A la paja se la consideraba comúnmente como parte esencial del ladrillo de adobe. Según estudios recientes, los ladrillos de adobe contemporáneos no la usan. Su uso se creyó importante para dar rigidez al adobe, o evitar rajaduras al secarse. Lo cierto es que si la proporción de arcilla y arena es la correcta, no se necesita. Si el adobe se raja al secarse es porque tiene mucha arcilla.
Un abrazo.
A la paja se la consideraba comúnmente como parte esencial del ladrillo de adobe. Según estudios recientes, los ladrillos de adobe contemporáneos no la usan. Su uso se creyó importante para dar rigidez al adobe, o evitar rajaduras al secarse. Lo cierto es que si la proporción de arcilla y arena es la correcta, no se necesita. Si el adobe se raja al secarse es porque tiene mucha arcilla.
Un abrazo.
