DEZA: Allá por los años cuarenta del siglo pasado, el coche...

Allá por los años cuarenta del siglo pasado, el coche correo hacía el recorrido de Alhama de Aragón a Deza y viceversa, pasando por Contamina, Casa de la Vega, Embid de Ariza, Cihuela y Deza. Desde aquí, sobre las tres de la tarde, recogía la saca de correo y la gente que marchaba de viaje y emprendía el camino de regreso.
Los coches, fueron de mil clases, marcas y volúmenes. No corrían mucho y tampoco podían correr por el mal estado de nuestra carretera siempre de machaca y gravilla, con baches enormes. El ruido que producían, lo percibíamos desde lejos, quizá por dos razones muy importantes: Nuestros oídos estaban en perfecto estado y en el ambiente no había ni la más mínima contaminación acústica.
Un día, cuando el coche resoplando, estaba en las curvas de entrada a Embid un gallo plantado en medio de la carretera, repetía: ¡Que viene el cocheeeee! ¡Que viene el cocheeee....! Los patos que siempre estaban presentes en las calles del pueblo entrando y saliendo del Río Algadir que parte el pueblo en dos (en Deza, el Henar), le respondían mientras iban caminando: ¡Quiáaaa! ¡Quiáaaa...! como diciendo que no se lo creían. Total que pasó el coche y mató tres o cuatro de golpe. El resto huyó diciendo ¡Jodo! ¡Jodo! ¡Jodo! ¡Jodo!...

Verídico.

Un abrazo.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Los coches correo.

A Deza llegaba el coche correo que cargaba también con personas que iban de viaje. El primer coche que conocí fue el del Tio Gayan que venía de Cetina y paraba allá abajo en las cocheras que todavía existen. No podía subir al pueblo puesto que no había carretera de entrada.

Un abrazo.
Abuelo, esta colaboración que traes ha puesto una nota agradable de humor, del bueno, y más hoy que estaba yo de un humor, no acuoso, ni vítreo, ¡de perros!, con la que está cayendo, y el dineral o pasta gansa, que diría un castizo, que se van a gastar en Al-Ándalus para que los de más Alá sigan diciendo: hamás hamé hamón (con la hache aspirada). Mientras tanto, los sindicatos se quejan que no se cubren las sustituciones de maestros en su debido tiempo.
Por cierto, y hablando de gallos, en nuestra peña de fiestas, allá en Soria, contratábamos unoa orquesta leridana y uno de los músicos nos decía: ¿Qué dice el gallo a las gallinas? -"Qui vol cachá? Y las gallinas le responden: -"Tootes, tootes". Según de él, en catalán es que les proponía relaciones sexuales (echar un quiqui, nunca mejor dicho hablando de gallináceas). ¿Está bien traducido?
Un abrazo. ... (ver texto completo)