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DEZA: Cuento de Reyes....

Buenas tardes amigos de Deza.
Muy buenas tardes Abuelo.
Hoy no hablaremos de cerdos, ni de burros. Hoy, bueno, esta noche, es más bien noche de camellos o de dromedarios, porque en realidad no sabemos si eran camellos o dromedarios los que portaban a los Reyes Magos. Siempre nos los han representado ataviados con unas lujosas y largas monturas, con lo que no, (al menos yo), hemos constatado el número de jorobas de cada animal.
Será cuestión de investigar.
Lo importante hoy, es no olvidarse de poner los zapatos en la ventana, no sea que pasen de largo y no nos dejen nada.
Que paseis una estupenda noche de Reyes.
Hasta más tarde.

Los Reyes Magos en mis tiempos no eran ni muy magos ni muy generosos que digamos. Yo nací en la década de los años treinta el siglo pasado. Ellos estaban en crisis profunda al igual que la mayoría de las familias y pasaban de corrido por nuestras casas. De pequeñillo, me echaban en el zapatillo puesto en la ventana, una barrilla de guirlache y yo tan contento. Después, una vez, un camión de madera que circulaba estirando de una cuerda y otro año, ya de mayorcito, hasta un helicóptero muy simple, de hojalata, al que se le daba cuerda y andaba por el suelo, girando a la vez sus aspas mientras caminaba. Los juguetes estaban hechos de materiales sencillos y siempre fallaban los engranajes. Hoy en día ese modelo en buen estado vale muchísimo dinero para los coleccionistas al igual que todos aquellos artilugios que estaban tan bien fabricados y pintaditos. No había nada electrónico, ni siquiera con pilas
Los mejores juguetes sin duda y los más económicos te los hacías tú con una lata vacía de sardinas y mejor aún con una de atún en escabeche pues esas eran de más capacidad. Les clavabas una tabla transversal y les podías poner ruedas, aunque tampoco era necesario que las tuviesen. Tú estirabas y te seguía a todas partes, allá donde tenías que cargar el barro para tus rebalsas, por ejemplo. Y también éramos felices, creo yo.

Que os sean generosos los Reyes Magos.

Un abrazo.

Buenos días amigos de Deza.
FELIZ DÍA DE REYES A TODOS.
Espero que os dejaran muchos juguetes, alegría, amistad y buen humor!
Y ahora a esperar el sorteo del Niño, para ver si hay suerte.
Muy buenos dias Abuelo.
Leyendo tu mensaje de ayer, sobre los juguetes de antes, recuerdo que tenía un tractor de hojalata, pintado en colores muy vivos, y que andaba a cuerda.
El resorte duró poco tiempo, pero siempre estaba el socorrido sistema del cordel, que hacía de tracción y dirección a la vez. Aún lo conservo en casa de mi madre, eso sí algo oxidado y con falta de llevarlo al chapista.
Que paseis un buendía.
Saludos y hasta después.

Cuento de Reyes.

Había una vez un niño muy travieso; quizá fuese el más tremendo de su pueblo. No dejaba tranquilo a bicho viviente y todos los gatos y perros del lugar lo conocían a la legua y se escondían atemorizados al notar su presencia. Su madre le decía que no se portara tan mal con su hermanita, que hiciese caso a padre y que respetara a la abuelita. Pero Paco, que así se llamaba el chico no hacía caso a nadie y pasaba de todo.
Mira Paco, que la semana que viene será el día de Reyes, (le repetía su madre a menudo) y los Magos no te pondrán, a su paso, nada de nada, en tus zapatos. Los encontrarás vacios.
- ¿Por qué toda la familia me dice que tengo que portarme bien abuelita?
-La abuela le respondió: porque dentro de dos días vienen los Reyes Magos y si te portas así de mal en vez de traerte regalos te traerán carbón.
-Abuelita. Y... ¿Que pasará con mi carta a los Reyes?
-A ver hijito, ¿Tú que les has pedido a los Magos de Oriente?
- ¡Mira...!: He pedido paz, amor, trabajo y felicidad para todo el mundo y que no haya más guerras.

A la abuelita le resbaló una lagrimilla por su arrugada mejilla y prometió para sus adentros que a su nieto Paco, aquel año y mientras ella viviera, los Reyes Magos jamás le pondrían carbón en los zapatos.

El abuelo.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
EL MISTERIO DEL REY MALO

Había una vez un niño que no creía en los Reyes Magos. Una noche de reyes se despertó y fué a donde había puesto los zapatos para que le dejaran los regalos y vio que un rey mago venía y le quitaba los juguetes que antes le habían dejado.
Fue corriendo a la habitación de sus padres y les contó lo que había visto pero no le creyeron y le mandaron a la cama.
Luego se despertó otra vez y vio a los dos reyes buenos y les dijo:
-Ha venido un rey mago y me ha quitado los ... (ver texto completo)