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DEZA: Gracias, pefeval, una vez más. Mira que no ando sobrado...

Yo soy dezano, castellano viejo, pero desde hace varios años resido en Aragón, lugar donde se afincaron tantos paisanos en los años del éxodo rural. Pienso en castellano, y sigo el viejo refrán que dice que el hombre es de donde nace y de donde pace. Creo que es compatible: resides en un lugar, pero nunca olvidas ni renuncias a tu solar natal.
Por la parte que me toca, debido a mi lengua vernácula, quiero romper una lanza a favor del castellano, porque cada día te levantas con una sorpresa. ¡Y es que tenemos unos vecinos!..: resulta que hace un par de semanas, el consejero de cultura de la Generalitat catalana, en una rueda de prensa, entre otros errores- que para eso es consejero de cultura-, va y suelta una frase acerca de la “Corona catalanoaragonesa”, una expresión que ya se viene escuchando machaconamente desde hace casi un siglo, y que trata de la apropiación en Cataluña de símbolos y elementos aragoneses. La historia y los historiadores desconocen esa corona, porque nunca existió. Parece ser que este señor, ante la evidencia histórica, reconoció su error, pero seguro que dentro de un tiempo volverá a soltarlo. Todos sabemos que muchas personas, a puro de repetir las mentiras, se las terminan creyendo.
Otro cerebro, el delegado del Gobierno en Lérida, para solucionar el ejecutivo entre Aragón y Cataluña acerca de las ciento y pico obras de arte aragonesas expoliadas por esa provincia catalana, que se exponen en el museo de Lérida, se le ocurre tomar la decisión salomónica de proponer que se hagan copias de las mismas y que se las envíen a Aragón: así todos contentos; que se queden los cultos y poderosos con las obras de arte originales y se conforme a los parias con la piruleta del sucedáneo. Sobre este tema, se han utilizado ríos de tinta; incluso ha sido obviado por los obispos el dictamen del Papa, motivo por el que, en otros tiempos, habría surgido un nuevo cisma por desobediencia.

Gracias, pefeval, una vez más. Mira que no ando sobrado de tiempo, pero me pasa como los toretes de San Juan, que veo trapo y entro a él. Pues sí, a vuelapluma añadiría, quizás con menos cortesía, que tenemos dirigiendo las instituciones a una tropa de tergiversadores y sinvergüenzas oportunistas que se ponen la historia por montera y manipulan hasta hacerla irreconocible. Sobre el ejemplo -uno de tantos- que apuntas, no dudan con el mayor cinismo y desvergüenza de poner reyes donde hubo condes y, como dicen en nuestra tierra, el que más chifla, capador. Pero eso sí, mucho victimismo. Aún recuerdo la matraca con los archivos de Salamanca -esa ciudad centralista y mesetaria, aunque no sea ni lo uno ni lo otro- cuando, si aquí hubiese que devolver lo expoliado a otros lugares, Cataluña tendría que sacar número y ponerse en la cola. Hay mucho Sabino Arana trasvestido de demócrata.
Un saludo.