Y por último, al tratar el mismo tema de la brevedad de la vida, la genialidad de Quevedo se advierte en sus innovaciones lingüísticas.
Vemos como la frase coloquial para el saludo, comienza filosóficamente: ¡ah de la vida!. Después se ve como sustantiva asombrosamente las formas verbales: soy un fue y un será y un es cansado. Y culmina con el verso final, una visión existencial de impresionante modernidad: "presentes sucesiones de difunto".
REPRESÉNTASE LA BREVEDAD
DE LO QUE SE VIVE Y CUÁN NADA PARECE
LO QUE SE VIVIÓ
" ¡Ah de la vida!"... ¿Nadie me responde?
¡Aquí de los antaños que he vivido!
La Fortuna mis tiempos ha mordido;
Las Horas mi locura las esconde.
¡Que sin poder saber cómo ni adónde
la salud y la edad se hayan huido!
Falta la vida, asiste lo vivido,
y no hay calamidad que no me ronde.
Ayer se fue; mañana no ha llegado;
hoy se está yendo sin parar un punto;
soy un fue, y un será, y un es cansado.
En el hoy y mañana y ayer, junto
pañales y mortaja, y he quedado
presentes sucesiones de difunto.
Y ya vale de poesías.
Un abrazo.
Vemos como la frase coloquial para el saludo, comienza filosóficamente: ¡ah de la vida!. Después se ve como sustantiva asombrosamente las formas verbales: soy un fue y un será y un es cansado. Y culmina con el verso final, una visión existencial de impresionante modernidad: "presentes sucesiones de difunto".
REPRESÉNTASE LA BREVEDAD
DE LO QUE SE VIVE Y CUÁN NADA PARECE
LO QUE SE VIVIÓ
" ¡Ah de la vida!"... ¿Nadie me responde?
¡Aquí de los antaños que he vivido!
La Fortuna mis tiempos ha mordido;
Las Horas mi locura las esconde.
¡Que sin poder saber cómo ni adónde
la salud y la edad se hayan huido!
Falta la vida, asiste lo vivido,
y no hay calamidad que no me ronde.
Ayer se fue; mañana no ha llegado;
hoy se está yendo sin parar un punto;
soy un fue, y un será, y un es cansado.
En el hoy y mañana y ayer, junto
pañales y mortaja, y he quedado
presentes sucesiones de difunto.
Y ya vale de poesías.
Un abrazo.