Muy cerca de aquí había dos albercas en donde se ponía la mata del cáñamo seca, con objeto de que se pudriera la caña y quedara el hilo que despues de pasarlo por una máquina de machacar, se hilaba en otro aparato y los sogueros, hacían sogas de cáñamo para el acarreo. El que las tenía de este material sabía que le durarían un montón de tiempo más, que las de esparto. Pero claro siempre ha habido clases. Las suelas de las alpargatas buenas, tambíén llevaban este material. Un abrazo.
