La mayor campana del mundo es la Gran Campana de Moscú, fundida en 1733 y que pesa 200 toneladas lo que harían 4.349 quintales, de los viejos: 43 veces más que la nuestra. Se agrietó en su fundición o posteriormente, por lo que nunca se colgó. En lugar de ello se colocó sobre un pedestal dentro del Kremlin. También en Rusia hubo otras campanas, una de ellas de 171 cerca de Leningrado. Son de gran tamaño otras, tal como la de la Pagoda de Mingoon (Birmania) que pesa 80 te; la gran campana de Pekín con 53; la de San Pablo de Londres con 17, 5; el Big Ben del Parlamento conm 13, 5. Pero la que más fuerte ha tocado en la historia y cuyo sonido llegó más lejos fue la Campana de Huesca. Muchos de vosotros sabréis el por qué, pero el que no lo sepa que mire el reinado de Ramiro el Monge de Aragón y descubrirá el por qué sonó tanto. Un abrazo.