DEZA (Soria)

Pollitos
Foto enviada por el abuelo

Me ha divertido la travesura del abuelo de inflar los pollitos. ¡Menuda zalagarda! Te merecías la oración por pasivo. “Si es que tenéis cosas del demonio”..-decía mi abuela-.
En cuanto a lo de inflar ranas que comenta el comunicante de Avila, recuerdo a dos buenas piezas, amigos de la niñez, que iban con frecuencia a pescarlas para vendérselas a un señor del Barrioelolmo a quien le gustaban sus ancas. Este señor se las pagaba por el tamaño: las grandes a dos reales y las pequeñas a uno. Como casi ... (ver texto completo)
Muchas gracias por las explicaciones de los juegos, habría que proponer en los pueblos jornadas de juegos antiguos como estos divertidos, a la par de parcipitivos y económicos, ese del palillo ciego me le apunto.
Y abuelo eso de inflar pollitos nunca lo ví, en mi pueblo, inflaban ranas, si bien yo nunca lo hice. No me gustaba hacer esas cosas.
Un saludo, desde Ávila
Mi madre, tenía una nidada de pollitos en un cajón grande que generalmente se conseguía en el estanco. El tabaco de racionamiento venía a la Expendiduría de Deza de esta forma empaquetado para su transporte, uno a cada lado de los lomos de una mula o caballo. Lo traían desde Monteagudo.
Una vez hecha la composición de lugar, diré que los pollitos estaban allí recigiditos, generalmente al sol, con comidita y tan contentos ellos. La llueca no se metía dentro porque había poco espacio y podía darse ... (ver texto completo)
Aunque ya lo indico en mi relato, voy a ser más explícito acerca de ese juego:
El “palillo ciego” era un juego divertido. Entonces no conocíamos la Playstation, ni estos juegos modernos, y debíamos agudizar el ingenio para jugar con lo que podíamos. Ya sabes: las tabas, las cartetas, la estornija, el moscardón, la correa, las prendas, etc.
Este juego es parecido a la piñata, pero en vez de romper un cacharro lleno de dulces colgado de una cuerda, aunque las reglas eran similares, consistía en ... (ver texto completo)
Creo que el amigo pefeval ya nos cuenta, con detalle, el juego del palillo ciego en su bella narración de aquellos tiempos del pasado. Otro de los esparcimientos y que viene al caso por eso de taparse los ojos y que estaba de moda en los años 40 del siglo ya pasado, era uno al que llamábamos "el zapusqueto, tente en pie y estate quieto". Consistía en taparle a uno los ojos con un pañuelo, darle cuatro vueltas para desorientarlo y que tratara de localizarnos dando voces para que nos siguiera y golpes, ... (ver texto completo)
¡Me ha encantado la historia!, ahora por favor, cuentanos como se juega al palillo ciego.
Un saludo
LA LLUECA

Otro de los recuerdos de mi niñez en Deza sucedía todos los años en primavera: mi abuela preparaba cuidadosamente una cesta terrera, la cubría con unos puñados de paja, la subía al granero y, después de colocar los quince huevos que previamente había elegido, según su criterio, colocaba una gallina sobre ellos dejándola tranquila en la penumbra junto a una lata de trigo y otra de agua. La gallina se acomodaba inmóvil, como en una profunda meditación, cloqueando de un modo raro; y en ... (ver texto completo)