CASTILLEJO DE ROBLEDO: Acuerdos tomados...

Acuerdos tomados

Durante la guerra, por los años 1.836, al ver el vecindario del pueblo que algunos ganados
mayores morían por prestarles para servicio de tropas, en la sesión del día 28 de Agosto del
citado año, siendo alcalde y regidores Benito Sanz, Pedro Bartolomé, Justo Sanz y otros,
acordaron: "Que mediante los muchos servicios que se hacen a las tropas de Su Majestad la
Reina, y a los muchos perjuicios que de estos se le sigue a varios vecinos y pueden seguírseles a
los que van al cuartel de Langa a correr a posta por lo apresurado que esta se conduce, decimos:
que se tasen los ganados por dos hombres buenos que son, Santos Rampérez y Manuel Benito,
vecinos de esta Villa y la tasación la ha de llevar el fiel de fechos, y así, el mulo, asno, a yegua
que murieren en tal servicio se le abone al amo por los demás vecinos de la mancomunidad.

Asimismo dispusieron "se abonase en la misma forma todo suministro que se haga a las
tropas: de pan, cebada, carne y demás, para lo cual se llevará razón de todo y que si por cualquier
punto en que halla tropas o bien vinieran a este pueblo y que para el suministro a estas pidiesen
ganados, como bueyes, ovejas, corderos, gallinas, etc., se hará la misma tasación, entendiéndolo
todo, como se expresa arriba en el ganado para el servicio".

Y también: "Si viniere algún piquete de tropa, y de la vacada se llevara reses, se le abone a
los amos su valor que será el que digan los peritos".

"A los cerros que hagan servicio, por cada salida se le abonaran ocho reales; por los bagajos
mayores seis, y por los menores tres. También se abonarán, si durante el servicio fueran robadas
y esto sólo se entiende durante la guerra actual".

Después por los años 1.840 y 1.841, puse las caballerías necesarias a un vecino de Langa,
llamado Venancio Arranz y a él le pagaba todo el pueblo. El día 7 del mes de Julio del año 1.844
el ayuntamiento y vecinos del pueblo acordaron: "Que si llegase a ponerse enferma alguna res
vacuna aunque fuese cerril, y mucho más las domadas, o golpeadas por otra res, nos obligamos
entre todos a llevarnos las libres de carne que nos correspondan; pero las menudencias y el
pellejo, se cargaría al amo de la res. Todo esto lo hacemos para aliviarnos unos por otros
nuestras desgracias".

El día 6 de Noviembre del mismo año, teniendo que pagar a la diputación -porque
denunciaron, acaso algún vecino de los pueblos lindantes ciertos arroturos que habían hecho los
vecinos- para pagar la multa, vendieron un buen pedazo de tierra en el término del "Horcajo"
lindante con el camino que va a "Cabeza Rivillas" y otro pedazo de tierra de una fanega en el
mismo "Horcajo", lindante con tierra de Manuel de Domingo, vecino de esta villa.

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