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POVEDA DE LAS CINTAS: Ni qué decir tiene que el texto de "La Coplilla de...

Si, como parece y las fotos que aquí aparecen y lo acreditan, las fiestas veraniegas, agosteñas y povedanas, han sido animadas, alegres, bulliciosas, divertidas y concurridas, ello es prueba inequívoca de que el personal que ha estado en ellas las ha disfrutado a placer. Y que, los/las que las programaron y ejecutaron, han sabido desempeñar bien su papel. Enhorabuena a unos/as y otros/as. Y a la juventud que las ha animado.

Yo también me alegro aunque no haya particpado del evento. Como acertadamente me ha repetido Adrián en alusión directa, simpática y con mala uva: "se me nota". Más, a lo que yo quería llegar es a que, como es evidente, la fiesta y su jolgorio es el mejor antídoto para SALIR DE LA ATONÍA, es decir que, con el festejo y toda su parafernalia, se rompe la monotonía del día a día. No importa el motivo para celebrarlas por cuanto, si éste no existe, se inventa o se improvisa acudiendo a cualesquiera efemérides,... o disculpa.

Más no debemos olvidar que también existen otros medios que contribuyen a engrandecer el espíritu y la vida más agradable y llevadera. Pero en este caso no quiero que se me pase por alto hacer esta pregunta: ¿Cómo se denominan las fiestas povedanas del primer domingo de agosto de cada año al anunciarlas?. Y esta otra: ¿alquien podría poner la foto del programa en este lugar?. Mi agradecimiento para el que conteste.

LA COPLILLA DE LA ATONÍA

Si además de con fiestas y jolgorio
no logras romper la atonía,
no recurras a tonterías
sino a buen yantar y buen tintorro

Y salvado este escollo
volverás donde debías,
recobrarás la alegría
y felicidad en tu entorno

Si el horno no está p'a bollos
ya lo estará otro día,
da rienda a tu algarabía
y olvídate del "modorro".

Ni qué decir tiene que el texto de "La Coplilla de la Atonía" cuyo reproducción parcial figura unos centímetros más arriba, sobrado es decir que su tono de chiste de "tasca", desenfadado y dicharachero por aquello de unirse al ambiente festivo de hace unos días, puede coincidir en absoluto con el verdadero modo de sentir y de pensar de su autor una vez acabada la fiesta.

Me ha parecido oportuna esta aclaración porque, los no advertidos quizá podrían interpretarlo en el sentido de que dicho autor de la coplilla, tanto vale para un roto como para un descosido. Ello no es así como muy bien podreis imaginar. Salir de la atonía o romperla es algo muy distinto y a continuación diré por qué.

Poveda, como tantos otros cientos de pueblos de la meseta, a lo largo de la segunda mitad del siglo veinte, ha sufrido una sangría migratoria que abarca, cuando menos, a los dos tercios de la población. Si cada uno de esos povedanos emigrantes quisiera explicarnos los motivos o las circunstancias que concurrieron para iniciarla y, sobre todo, las vivencias posteriores en su trayectoria, ello daría lugar a una edición inagotable de toda una filosofía social interesantísima.