ALEJANDRO CASONA Y EL TEATRO.-
Querida "Guadalajarita" y cuantos quieran leer esto: No sabes cómo me alegra que seas toda una aficionada al género de Talía. Tus alusiones a Alejandro Casona y Alfonso Paso así lo acreditan. En efecto, "La barca sin pescador" fue escrita por Casona en el año 1945 y es precisamente con esta obra con la que inicia un nuevo género caracterizado por la intervención de lo fantástico, que, a decir de los entendidos, trata de influir en la realidad de las cosas y de la vida. Otras obras de renombre suyas han sido "Prohibido suicidarse en primavera", "Las tres perfectas casadas", "La dama del alba" (su obra más lograda); "Los árboles mueren de pie", "La llave en el desván", y otras. No cabe duda que fue un autor prolífico muy bien considerado en Méxido, donde residió algunos años. Por lo que se refiere a Alfonso Paso, éste cultiva un género muy distinto como comediógrafo. Creo recordar que obra suya era "Ninette y un señor de Murcia" como una de las más conocidas. Recordar ni la cuarta parte de lo que escribió y publicó Alfonso Paso, es de todo punto imposible pues estrenó más de un centenar de comedias. En su tiempo fue todo un éxito de aceptación y de público.
En nuestra tierra, aunque no lo parezca, existía desde años ha, una gran afición al teatro, incluso en los pueblos más pequeños como el nuestro, jóvenes de ambos sexos, totalmente "amateurs", se atrevían a representar, dirigidos por otro aficionado del mismo pueblo, dramas, melodramas, sainetes, vodeviles, etc. etc., durante la primera mitad del sigo pasado, se llegó a representar las obras más sonadas y conocidas de los clásicos: Lope de Vega, Calderón de la Barca, Tirso de Molina... y más recientemente José Zorrilla, Jacinto Benavente, Hermanos Álvarez Quintero, etc.
No me resito a contar una anécdota un tanto original y graciosa relacionada con el teatro y la representación del Tenorio. En efecto, estando representándose en uno de estos pueblos la obra más famosa de Zorrilla, cual es la de "Don Juan Tenorio", en el trancurso de la misma por cómicos que iban de pueblo en pueblo durante el invierno para ganarse la vida, en uno de ellos de cuyo nombre prefiero no acordarme, sucedió que en el transcurso de la representación, unos mozalbetes, haciendo un tanto el gamberro en la última fila, se pusieron a hacer chanzas en voz lo suficientemente alta de forma que molestaba al público y dificultaba la audición, circunstancia que, al coincidir con aquella parte de la obra en que el actor Juan Tenorio recita solemnemente aquello de:
" ¡Cuán gritan esos malditos, pero mal rayo me parta, si en terminando esta carta, no pagan caros sus gritos",
En ese momento, el Sr. Alcalde de la localidad que lo oye y que se encontraba presenciando la obra como un espectador más, se levanta de su butaca, y ante el asombro de todo el público que llenaba el local, se dirige al actor en tono de voz para que todos le oyeran, y por supuesto los mazalbetes que estaban molestando, se dirige al actor con lo siguiente: ¡Tú sigue!..,. ¡tú sigue!... ¡que de ésos (por los mozalbetes), ya me encargaré yo mañana!
Por hoy, cordiales y sonrientes saludos escénicos.
Querida "Guadalajarita" y cuantos quieran leer esto: No sabes cómo me alegra que seas toda una aficionada al género de Talía. Tus alusiones a Alejandro Casona y Alfonso Paso así lo acreditan. En efecto, "La barca sin pescador" fue escrita por Casona en el año 1945 y es precisamente con esta obra con la que inicia un nuevo género caracterizado por la intervención de lo fantástico, que, a decir de los entendidos, trata de influir en la realidad de las cosas y de la vida. Otras obras de renombre suyas han sido "Prohibido suicidarse en primavera", "Las tres perfectas casadas", "La dama del alba" (su obra más lograda); "Los árboles mueren de pie", "La llave en el desván", y otras. No cabe duda que fue un autor prolífico muy bien considerado en Méxido, donde residió algunos años. Por lo que se refiere a Alfonso Paso, éste cultiva un género muy distinto como comediógrafo. Creo recordar que obra suya era "Ninette y un señor de Murcia" como una de las más conocidas. Recordar ni la cuarta parte de lo que escribió y publicó Alfonso Paso, es de todo punto imposible pues estrenó más de un centenar de comedias. En su tiempo fue todo un éxito de aceptación y de público.
En nuestra tierra, aunque no lo parezca, existía desde años ha, una gran afición al teatro, incluso en los pueblos más pequeños como el nuestro, jóvenes de ambos sexos, totalmente "amateurs", se atrevían a representar, dirigidos por otro aficionado del mismo pueblo, dramas, melodramas, sainetes, vodeviles, etc. etc., durante la primera mitad del sigo pasado, se llegó a representar las obras más sonadas y conocidas de los clásicos: Lope de Vega, Calderón de la Barca, Tirso de Molina... y más recientemente José Zorrilla, Jacinto Benavente, Hermanos Álvarez Quintero, etc.
No me resito a contar una anécdota un tanto original y graciosa relacionada con el teatro y la representación del Tenorio. En efecto, estando representándose en uno de estos pueblos la obra más famosa de Zorrilla, cual es la de "Don Juan Tenorio", en el trancurso de la misma por cómicos que iban de pueblo en pueblo durante el invierno para ganarse la vida, en uno de ellos de cuyo nombre prefiero no acordarme, sucedió que en el transcurso de la representación, unos mozalbetes, haciendo un tanto el gamberro en la última fila, se pusieron a hacer chanzas en voz lo suficientemente alta de forma que molestaba al público y dificultaba la audición, circunstancia que, al coincidir con aquella parte de la obra en que el actor Juan Tenorio recita solemnemente aquello de:
" ¡Cuán gritan esos malditos, pero mal rayo me parta, si en terminando esta carta, no pagan caros sus gritos",
En ese momento, el Sr. Alcalde de la localidad que lo oye y que se encontraba presenciando la obra como un espectador más, se levanta de su butaca, y ante el asombro de todo el público que llenaba el local, se dirige al actor en tono de voz para que todos le oyeran, y por supuesto los mazalbetes que estaban molestando, se dirige al actor con lo siguiente: ¡Tú sigue!..,. ¡tú sigue!... ¡que de ésos (por los mozalbetes), ya me encargaré yo mañana!
Por hoy, cordiales y sonrientes saludos escénicos.
