¡FELIZ NAVIDAD A TODOS.
Una de las preocupaciones con las que finaliza el presente año 2018 según noticias fidedignas procedentes de distintos órganos de difusión que las emiten, cual la referida a que, las remuneraciones económicas al día de hoy de carácter salarial, procedentes de los Organismos que integran la Administración pública en general, cuales son además de la Estatal, la Autonómica y la Municipal, incluidos Sindicatos y aledaños, ha pasado en la actualidad a ser superior al cincuenta por ciento a nivel nacional respecto de la que procede de los demás medios de producción, llámense de Empresas, fábricas u Organismos particulares, lo que, dicho de otra forma, se vive más a cuenta del "papeleo" gubernamental y administrativo a nivel económico que la que deriva del trabajo profesional y laboral que constituye el verdadero y sagrado procedente del "danos hoy el pan de cada día".
A propósito del derroche que hoy estamos viendo todos los españoles, o al menos, así nos lo parece, en gastos que se nos antojan superfluos a cuenta de los presupuestos estatales, y por tanto, a cargo del peculio de todos los ciudadanos, un ilustre personaje totalmente ajeno a la política, dejó escrito en un periódico de tirada nacional, lo siguiente:
" ¿Qué creen los políticos (y aquí los describe con nombre y apellidos) lo que piensan los españoles del cinismo y los abusos de los partidos políticos?; ¿por qué no hacen un examen de conciencia nuestros dirigentes entregados a la verborrea y a la hipocresía?. En España, los partidos han creado 400.000 (cuatrocientos mil) cargos públicos, el doble de los que hay en Alemania, cuya población es dos veces la de España. En 1977, los contribuyentes españoles pagaban a 700.000 funcionarios; hoy, a 3.200.000 (tres millones doscientos mil).
Los partidos se han dedicado a colocar en las Administraciones Públicas, generalmente a dedo, a sus parientes y paniaguados. Los partidos han construido 17 estados de pitiminí en los que se derrocha el dinero a manos llenas en palacios, edificios suntuosos, viajes gratis total, incesantes banquetes, ejércitos de asesores, colaboradores, secretarias, jefes de gabinete, escoltas y chóferes.
Las caravanas de coches oficiales se eleva por encima de la cifra desmesurada de 50.000, cuando tanto Cameron en Inglaterra como Hollande, en Francia, la han reducido prácticamente a cero. Las facturas de gasolina, mantenimiento, reparaciones y seguros de esos automóviles son descomunales.
Los partidos se han inventado 4.000 empresas públicas, casi todas deficitarias, pero que sirven para colocar a parientes y enchufados. Los partidos han multiplicado el número de palacios y edificios oficiales con gastos abrumadores de mantenimiento, limpieza, seguridad, teléfonos, material de oficina. Algún organismo que puede funcionar perfectamente en mil metros cuadrados, como el Instituto Cervantes, ocupa el colosal edificio del antiguo Banco Central.
La segunda parte procedente del referido mensaje del personaje en cuestión la dejamos para otro días. Como decía al principio,
hoy es Nochebuena y mañana Navidad. Que la paséis ambas muy felices todos.
Una de las preocupaciones con las que finaliza el presente año 2018 según noticias fidedignas procedentes de distintos órganos de difusión que las emiten, cual la referida a que, las remuneraciones económicas al día de hoy de carácter salarial, procedentes de los Organismos que integran la Administración pública en general, cuales son además de la Estatal, la Autonómica y la Municipal, incluidos Sindicatos y aledaños, ha pasado en la actualidad a ser superior al cincuenta por ciento a nivel nacional respecto de la que procede de los demás medios de producción, llámense de Empresas, fábricas u Organismos particulares, lo que, dicho de otra forma, se vive más a cuenta del "papeleo" gubernamental y administrativo a nivel económico que la que deriva del trabajo profesional y laboral que constituye el verdadero y sagrado procedente del "danos hoy el pan de cada día".
A propósito del derroche que hoy estamos viendo todos los españoles, o al menos, así nos lo parece, en gastos que se nos antojan superfluos a cuenta de los presupuestos estatales, y por tanto, a cargo del peculio de todos los ciudadanos, un ilustre personaje totalmente ajeno a la política, dejó escrito en un periódico de tirada nacional, lo siguiente:
" ¿Qué creen los políticos (y aquí los describe con nombre y apellidos) lo que piensan los españoles del cinismo y los abusos de los partidos políticos?; ¿por qué no hacen un examen de conciencia nuestros dirigentes entregados a la verborrea y a la hipocresía?. En España, los partidos han creado 400.000 (cuatrocientos mil) cargos públicos, el doble de los que hay en Alemania, cuya población es dos veces la de España. En 1977, los contribuyentes españoles pagaban a 700.000 funcionarios; hoy, a 3.200.000 (tres millones doscientos mil).
Los partidos se han dedicado a colocar en las Administraciones Públicas, generalmente a dedo, a sus parientes y paniaguados. Los partidos han construido 17 estados de pitiminí en los que se derrocha el dinero a manos llenas en palacios, edificios suntuosos, viajes gratis total, incesantes banquetes, ejércitos de asesores, colaboradores, secretarias, jefes de gabinete, escoltas y chóferes.
Las caravanas de coches oficiales se eleva por encima de la cifra desmesurada de 50.000, cuando tanto Cameron en Inglaterra como Hollande, en Francia, la han reducido prácticamente a cero. Las facturas de gasolina, mantenimiento, reparaciones y seguros de esos automóviles son descomunales.
Los partidos se han inventado 4.000 empresas públicas, casi todas deficitarias, pero que sirven para colocar a parientes y enchufados. Los partidos han multiplicado el número de palacios y edificios oficiales con gastos abrumadores de mantenimiento, limpieza, seguridad, teléfonos, material de oficina. Algún organismo que puede funcionar perfectamente en mil metros cuadrados, como el Instituto Cervantes, ocupa el colosal edificio del antiguo Banco Central.
La segunda parte procedente del referido mensaje del personaje en cuestión la dejamos para otro días. Como decía al principio,
hoy es Nochebuena y mañana Navidad. Que la paséis ambas muy felices todos.