LO DE CATALUÑA Y EL ARTÍCULO, 155 (2ª PARTE).
Como continuación a lo ya expuesto, cabe señalar por si ya no fuera suficiente, que el Gobierno de España ha recibido una muy seria advertencia por cuanto los llamados separatistas no han disminuido en relación con la situación anterior, mientras que, por otra parte, han votado masivamente a los dos candidatos previstos por los rebeldes previstos para ocupar la Presidencia de Cataluña, con la particularidad de que uno de ellos se encuentra huido en Bruselas, y el otro, en la cárcel de Estremera (Madrid), situación que comporta el que ninguno de los dos pueda tomar posesión de su cargo de diputado en virtud de lo que dispone el artículo 67.2 del Estatuto Catalán, circunstancia que, por de pronto, impide la efectividad de la misma, y por ello, ninguno de dichos candidatos puede ser presidente de la Generalitat habida cuenta que habrían de ser elegidos por el Parlamento entre los miembros del mismo, mientras que, por otra parte, y de conformidad con la situación actual, en el supuesto de que Carles Puigdemont abandonara Bruselas e intentara entrar en España sería detenido y puesto a dispossición del Juez, el cual le enviaría a prisión, y otro tanto sucedería en el supuesto de Oriol Juhqueras. Y en todo caso, no podrían tomar posesión de sus cargos de diputado, requisito indispensable para poder ser elegidos. Además, en cualquier caso necesitarían que el Juez les concediese la libertad para tomar posesión de su acta de diputado, y para ello, el artículo 23.1. a del vigente Reglamento del Parlamento catalán exige dos requisitos diferenciados, cuales son: A) presentar en el Registro General del Parlamento la Credencial expedida por el órgano correspondiente de la Administración Electoral y prometer o jurar la Constitución y el Estatuto de Autonomía de Cataluña; y B), presentar la Declaración de actividades y bienes que especifica el artículo 19. En resumen, Puigdemónt y Junqueras no podrían ejercer como diputados sin haberse presentado antes, en persona, a recoger sus credenciales.
La expectación levantada ante la situación que se ha creado, pese a haberse llevado a cabo las elecciones con todas las apariencia de legalidad, el resultado de la misma en cuanto a la situación de los mencionados Puigdemont y Junqueras, cuya suma de votos tras las elecciones del 23 de diciembre actual, les permite haber logrado la mayoría absoluta, y por consiguiente, la posibilidad de la elección como Presidente y Vicepresidente de cualquiera de ellos, se presenta harto problemática, afortunadamente para los intereses de España. Y todo ello a pesar de la gran lección que han recibido los separatistas que les apoyan, cual es la de que, al solo anuncio de la posibilidad de llegar a alcanzar el soñado independentismo catalán, han volado huyendo de la quema mediante traslado con el único fin de incorporarse de inmediato a la restante geografía nacional, nada menos que la friolera de cerca de 4.000 Industrias, y entre ellas, las más importantes de las integradas en la Comunidad Catalana. Y eso que, según ellos y su propaganda que viene arrastrándose de años atrás, han volado hacia la "España que les roba".
Como continuación a lo ya expuesto, cabe señalar por si ya no fuera suficiente, que el Gobierno de España ha recibido una muy seria advertencia por cuanto los llamados separatistas no han disminuido en relación con la situación anterior, mientras que, por otra parte, han votado masivamente a los dos candidatos previstos por los rebeldes previstos para ocupar la Presidencia de Cataluña, con la particularidad de que uno de ellos se encuentra huido en Bruselas, y el otro, en la cárcel de Estremera (Madrid), situación que comporta el que ninguno de los dos pueda tomar posesión de su cargo de diputado en virtud de lo que dispone el artículo 67.2 del Estatuto Catalán, circunstancia que, por de pronto, impide la efectividad de la misma, y por ello, ninguno de dichos candidatos puede ser presidente de la Generalitat habida cuenta que habrían de ser elegidos por el Parlamento entre los miembros del mismo, mientras que, por otra parte, y de conformidad con la situación actual, en el supuesto de que Carles Puigdemont abandonara Bruselas e intentara entrar en España sería detenido y puesto a dispossición del Juez, el cual le enviaría a prisión, y otro tanto sucedería en el supuesto de Oriol Juhqueras. Y en todo caso, no podrían tomar posesión de sus cargos de diputado, requisito indispensable para poder ser elegidos. Además, en cualquier caso necesitarían que el Juez les concediese la libertad para tomar posesión de su acta de diputado, y para ello, el artículo 23.1. a del vigente Reglamento del Parlamento catalán exige dos requisitos diferenciados, cuales son: A) presentar en el Registro General del Parlamento la Credencial expedida por el órgano correspondiente de la Administración Electoral y prometer o jurar la Constitución y el Estatuto de Autonomía de Cataluña; y B), presentar la Declaración de actividades y bienes que especifica el artículo 19. En resumen, Puigdemónt y Junqueras no podrían ejercer como diputados sin haberse presentado antes, en persona, a recoger sus credenciales.
La expectación levantada ante la situación que se ha creado, pese a haberse llevado a cabo las elecciones con todas las apariencia de legalidad, el resultado de la misma en cuanto a la situación de los mencionados Puigdemont y Junqueras, cuya suma de votos tras las elecciones del 23 de diciembre actual, les permite haber logrado la mayoría absoluta, y por consiguiente, la posibilidad de la elección como Presidente y Vicepresidente de cualquiera de ellos, se presenta harto problemática, afortunadamente para los intereses de España. Y todo ello a pesar de la gran lección que han recibido los separatistas que les apoyan, cual es la de que, al solo anuncio de la posibilidad de llegar a alcanzar el soñado independentismo catalán, han volado huyendo de la quema mediante traslado con el único fin de incorporarse de inmediato a la restante geografía nacional, nada menos que la friolera de cerca de 4.000 Industrias, y entre ellas, las más importantes de las integradas en la Comunidad Catalana. Y eso que, según ellos y su propaganda que viene arrastrándose de años atrás, han volado hacia la "España que les roba".