POVEDA DE LAS CINTAS: 587.413 Euros - (IV)...

Capítulo I

Povedanos míos queridos:
! Qué más quisiera yo povedanos míos queridos que daros una alegría!, y deciros, aquí y ahora, aquello de:! España va bien!, o, por lo menos, que empezamos a ver los primeros brotes verdes. Expresiones estas que fueron la prolongación actualizada de aquel ¡arriba España! que gritamos en la posguerra para darnos ánimo y fuerza, para infundirnos el valor que no tuvimos, para sentirnos útiles y sobrellevar con orgullo el que aun siendo el pueblo más infeliz de la tierra fuimos nosotros los elegidos para poner en pie lo que cuatro hijos de "eso" habían derribado, para olvidarnos de una vez por todas que somos un país de pandereta y de insaciables. Y podría decir: que no hemos luchado para tener una España, para que vengan los mismos a destruir nuestros logros, que no hemos trabajado codo con codo para poner a flote lo que ahora quieren hundir, que no queremos más el pueblo llano ser aleccionados desde la infancia para adorar, sin fisuras, a esta banda de piratas, que queremos vivir en paz y terminar de una vez por todas esta ya larga posguerra de privaciones y miedos en la que aún nos matamos los unos a los otros por ser de izquierda o derecha, aunque, parezca que es por el fútbol. A veces me pregunto cuando una persona quita la vida a otra, si llorará después en la fiera soledad del asesino, su culpa y remordimiento por haber quitado a otra lo más bello que tenemos. Y si el que por gusto muere, (y asistir a un encuentro entre bandas rivales es morir por gusto) si será consciente cuando la vida termina, no ya de su propia muerte, que poco importa, y si, de las vidas de los otros que destruye para siempre.
¡Ay España de mi vida, ay España de mi muerte!, decía el poeta Miguel Hernández en 1936, y seguimos en lo mismo.

¿PODREMOS? - (II)

Creedme si os digo povedanos míos queridos, que se me suben los colores por tener que ser yo, un señor bruto de pueblo chico, el que les diga a esta tropa que así no vamos a ninguna parte.
El jueves de la pasada semana presentaba su programa económico la que en un principio supusimos nuestra última salvación, después de haber fracasado estrepitosamente nuestras esperanzas puestas primero en San Obama y después en el papa Francisco, creyéndoles a ambos con la suficiente fuerza para cambiar el rumbo de la historia, poner paz y orden en el mundo y sacarnos de la crisis.
La cúpula del nuevo partido liderado por el académico y presentador de televisión Pablo Iglesias, la componen un grupo de sociólogos y otros estudiosos de la mente humana entrenados a base de estadísticas para saber lo que nos gustaría oír. Pero, sin embargo: las propuestas utópicas de las que dudan seguramente ellos mismos, el desmesurado y bonachón populismo, su discurso catastrofista, y su ambigüedad machacona sobre dictaduras y terrorismo, hace que aún no tenga claro qué es Podemos, y ni siquiera, si de verdad podremos.
Justo es que diga yo ahora, sin más dilación, lo que aún no he dicho: no siento ningún afecto, simpatía o inclinación por ninguna institución, elecciones, políticos, asambleas, parlamento, ni por ningún cónclave o cofradía política alguna. Sé, y entiendo, que el oficio de la política es una profesión como otra cualquiera de cualquiera de vosotros, y que los deseos, esperanzas y anhelos de los políticos son idénticos a los vuestros: colocarse bien, ganar mucho dinero y no dar un palo al agua, y si estáis jubilados, que os aumenten el 600% la pensión para ayudar al hijo a pagar el piso y comprar a la nieta esa Vespa que la gusta tanto. El problema claro está, es: ¿de dónde lo sacamos?
En su programa económico, mitad cuento de la lechera, mitad carta a los Reyes Magos, entiendo que quieren pedir a la Unión Europea más dinero sobre la deuda que ya tenemos y consideran impagable para aumentar los salarios que estimularían el consumo, y de rebote aumentaría la inversión que crearía a su vez más puestos de trabajo y, todos felices y contentos consumiendo, creciendo y multiplicandonos por los siglos de los siglos. Algo así como una vacuna entiendo: introducir en nuestro organismo los gérmenes de la enfermedad que nos está matando para que nos cure o nos remate. Claro que, a lo mejor no piensan pagar la deuda, y entonces si, si sería una buena idea, aunque la liaremos parda sin remedio.
Total y ello es; que lo que quiso ser en un principio el impago de la deuda externa, ha quedado reducido a una negociada y ordenada reestructuración de la misma. Lo que pudo ser una revolución Bolivariana, en una democracia a la sueca, sin tener siquiera en cuenta que no somos ni parecemos suecos, salvo en hacernos los suecos cuando nos conviene, ¿verdad don EFE? Y todas nuestras ilusiones y esperanzas otro brindis al sol.
Y creedme povedanos míos queridos, que ni una sola referencia al problema principal y causa de todos nuestros males. Problema que no es otro, que la plaga en la que nos hemos convertido el género humano y el derroche de recursos que esta plaga destruye y que nos llevará sin remedio a fracasar como especie, y aunque un país rico y organizado pueda, es el planeta el que ya no puede más.
Y hasta aquí llegaremos hoy en nuestro análisis sobre el Estado de la Nación.

Que dios os bendiga. ¡Y os coja confesados!

«El pequeño Nicolás» (Frank para los amigos) - (III)

En ningún caso podríamos considerar meticuloso y serio, orientativo o didáctico, careciendo a su vez del valor que queremos asignar a este coloquio sobre nuestro análisis del Estado de la Nación, si no trajéramos a debate la historia del pequeño Nicolás a este foro de mis emociones. Ya que de ser cierto lo que dice, o parte de ello, nos catapultaría sin remedio a los primeros puestos del ranking de las mayores repúblicas bananeras del planeta. Y aún no siendo cierto todo lo que él dice, algo de verdad habrá, y de ello da fe las numerosas fotografías de su persona junto al poder, que no son fotografías casuales que nos hacemos para el recuerdo cuando pasa la carroza, sino fotografías profesionales que conmemoran algún evento importante o alguna reunión de alto standig. Me resulta imposible imaginar a cualquiera de vosotros povedanos míos queridos, o, a mi mismo, compartiendo mesa y foto con José Mari, la Espe, la Botella o Mariano, y ser recibidos sin contratiempos en la recepción de la proclamación de nuestro amado rey Felipe VI, sin un padrino, y por mucha cara que le eches. Claro que, no es lo mismo haber perdido la vergüenza a base de bailar Paquito el Chocolatero en las fiestas de los pueblos como nosotros la perdimos, que frecuentando el selecto Club de Puerta de Hierro que frecuentaba Nicolás.
Instituciones, ministerios y organismos, tan dados todos ellos al hermetismo y falta de transparencia, hacían públicos y simultáneos comunicados de prensa renegando y afirmando no conocer nadie al pequeño Nicolás. Y sin embargo, es mucho más verosímil que Nicolás fuera uno de ellos, que el que pudiera colarse tantas veces y en tan variados eventos para retratarse junto a los padres de la nación.
Pero es inevitable preguntarse en esta historia, que sería divertida, si no fuera porque en ella están implicadas las más altas instituciones del Estado, no ya, por qué y con qué objeto aparece Francisco Nicolás Gómez, acusado de estafa, falsedad documental y usurpación de funciones públicas, implicado en este asunto, pues más pronto o más tarde nos lo dirá la Justicia, aunque tan maquillado y a destiempo que carecerá de interés para cualquiera de nosotros, sino, qué es lo que nos hace diferentes en nuestro país para crear celebridades mediáticas de este sinvergüenza y otros, sin más méritos o dotes reconocidos que un morro que se le pisan.
Es tan sutil esta estrategia de airear banalidades mientras se silencian verdaderos problemas que supongo que se hace para connotar algo al respecto del nivel de la plebe.
¡Y que luego digan que si tiene privilegios en la cárcel la Pantoja!, ¡Pues no ha de tenerlos si fue la reina de lo nuestro!, la farándula y el espectáculo.
Hasta ahora povedanos míos, nos va saliendo positivo el balance que estamos haciendo sobre el Estado de la Nación, no hay motivo de alarma o preocupación alguno. Y eso que no hemos contado el triplete de Messi al Español, ni el de R9 al Celta.
Otra cosa sería si habláramos del precio este año de la venta de las patatas, pero será para otro día.

¡Vamos bien!, ¿o no?

587.413 Euros - (IV)

Tendríamos que hablar hoy de lo doméstico y traer a este mini debate sobre el Estado de la Nación, aparte de la muchísima basura que dejaron los 44.000 universitarios en la celebración de su fin de año, la suciedad que se está esparciendo por Salamanca sobre la presunta financiación ilegal del Partido Popular en la campaña de las elecciones del 1999.
Por falta de tiempo solamente he podido ver un video en el que el alcalde de Salamanca Fernández Mañueco, al igual que San Pedro, lo niega tres veces. Es de suponer que como San Pedro mintió entonces, mienta Mañueco ahora, y la corrupción y el mangoneo campeen a sus anchas también por Salamanca. Pero, ¡no pasa nada!, es lo bueno que tiene la pachorra charra. No tengo por el momento otra opinión.
Por lo tanto, pasaremos el rato comentando otro asunto estrechamente relacionado con el País y sus circunstancias.
Los 587.413 euros que la Fiscalía Anticorrupción le reclamó a Cristina como beneficiaria a título lucrativo de los delitos fiscales que se le atribuyen a su marido, y que pagará sin remedio el sufrido contribuyente, por si no fuera suficiente los 480.000 euros al año que ya paga por ella.
Se deduce sin esfuerzo por mis comentarios y opiniones en este foro que soy monárquico convencido, y este convencimiento me lleva, no solamente a considerar justos y necesarios los privilegios de la realeza sobre el pueblo llano, sino a estimar incluso, la necesidad de que uno o más súbditos acompañen, si no lo hacen ya, a cada uno de sus miembros las 24 horas del día para satisfacer cualesquiera que sean sus caprichos o necesidades por caras o extravagantes que sean. Aun así, me parecen excesivos los gastos que origina esta criatura: 300.000 euros en seguridad, sin contar dietas, vuelos y viviendas de quienes les protegen las 24 horas, 30.000 euros al año del colegio de cada uno de sus 4 hijos, piso de 200 metros cuadrados con cuatro habitaciones, terraza y garaje, entre 7.000 y 8.000 euros al mes, y lo cara que está la vida en Suiza, no salvamos gastos este año con lo de la sanción por menos de 1.200.000 euros.
A lo que no encuentro sentido es que siendo inocente del todo, tan inocente que ni se sentará siquiera en el banquillo de los acusados, a pesar de que esta cantidad de dinero supera ampliamente los 400 euros que estipula la ley para dejar de ser falta y ser delito el apropiarse de lo ajeno sin la voluntad de su dueño, ¿no es así EFE?, se la imponga una sanción tan desmesurada. Si es inocente, es inocente, y no tiene que pagar nada, y si no lo es, es un delito con pena de cárcel hasta que pague con su trabajo y no con el sudor del contribuyente el dinero lucrado. Me pregunto si no será ésta la razón por la que ríe siempre tanto cuando está en publico.
Ya digo, como monárquico convencido que soy, esta nueva desvergüenza no me sorprende, pero me hace suspirar y decirme: ¡ay, cuando llegará la tercera!
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
¡Qué país! Lo que tiene uno que hacer y decir siendo uno lo que es.
Pues nada, que ya la sientan en el banquillo de los acusados por cooperadora necesaria en los delitos que cometió su marido.
Suerte que le dimos un toque en este foro al juez José Castro, de lo contrario, se nos va la pájara sin dejar pluma.