bueno, es un tema que algunos les parecera mal, pero creo que debo esponerlo. porque la mayoria, del pueblo estan, a favor de que salga bien, solo que salga con dignidad, como merece, que es la patrona del pueblo; para mi es un poco de desidia, que la (mare de deu) perdon lo he dicho en valenciano, que este con los dedos rotos y el niño le pase trescuartos, de lomismo, y ademas salie emprocesión, sin un ramos de flores, ami se me cayo el sombrajo, cuando la vi, ni siquera una tela para tapar el anda, lo siento no puedo con esas cosas, si el ayuntamiento, no puede o quiere, en tonces, entre las mujeres, delpueblo que estan con ella, que la vistan, por lo menos por eso, por amor propio, ya que no se arregla la mano ni nada, que salga en condiciones,
bueno yo ya he pensado comprar un manto, para el anda que me dá mucha pena, las cosas, estas, bueno sin más, que decir, solo que si alguno se ofende, lo siento,
un saludo, povedanos
bueno yo ya he pensado comprar un manto, para el anda que me dá mucha pena, las cosas, estas, bueno sin más, que decir, solo que si alguno se ofende, lo siento,
un saludo, povedanos
Beno amigo, garden, ya se que ati no te gusta, mucho, el que yo diga que si tiene rotos los dedos, pues claro, que los tiene rotos, y digo lo mismo que es muy poco etico que la virgen salga asi, ya se que el ayuntamiento, no tiene nada, que ver con la iglesia, (pero es del pueblo) y creo que algo tendra que decir, pero, no digo quue lo pague el consistorio, pero si digo que las mujeres, que van a la iglesia, si podian decirle al sesor, pacorro, que les deje hacer ha ellas, que creo que estaria, sana, por lo menos los dedos los tendria fuesen de pastelina ono, y gracias por de Dios te lo pague, gracias, pero ya me lo pago, vale, y no te digo como, ni te o dire, porque creo que que seria predicar en el desierto, y para mi el tema esta, terminado, lo siento el que te ayas molestado en escrivir, tanto, yo si puedo llevare lo que pueda, porque, si puedo, puedo y pudiendo, pues es que puedo, y si no puedo pues no pasa nada, al menos lo hemos dado aire, y al guien se ha enterado, ono, de todas maneras que da mucho tiempo, hasta la fiesta que biene, once meses, sin más que decir, un saludo a todos, los povedanos, ha yo jugue en el harbol de las navajas asiesque son muchos años,
No, al contrario. Me gusta y mucho que se hagan este tipo de comentarios y que digas que la imagen de la Virgen de nuestro pueblo tiene los dedos rotos. ¡Ojalá fuésemos todos capaces y habláramos abiertamente de lo que no consideramos justo o nos parece un error! Muchas cosas que no funcionan funcionarían mejor y alguno de los problemas que tenemos dejarían de serlo si fuéramos más críticos con lo nuestro, y así, ahora ya lo sabe a el que corresponda arreglarla, que a lo mejor no lo sabía.
Yo quería decirte, que desde mi punto de vista el Ayuntamiento no tendría que pagar ese tipo de cosas, y gastar el dinero del contribuyente, que no del Ayuntamiento, en acondicionar el pueblo para proporcionar a los residentes la mejor calidad de vida posible. La religión es una opción y vivir una necesidad. Aunque las personas que han sido elegidas para formar parte del ayuntamiento o gobierno municipal tengan sus respetables creencias, el Ayuntamiento como tal ha de ser aconfesional, y si fuese generoso y de mano abierta; habría de serlo para todos por un igual. Ahora tenemos dos religiones en el pueblo, podrían ser muchas más, y si se le da a la religión católica no pueden hacer diferencias y darles también para la mezquita que están construyendo detrás de los lavaderos, no sé si irías por allí cuando estuviste en el pueblo.
En cuanto al planteamiento de que sean las mujeres del pueblo las encargadas de confeccionar los trajes a la Virgen..., bueno, ahí está la propuesta, aunque seguramente, y en el mejor de los casos, nos van a decir que se de una vuelta por la Calle Toro de Salamanca que está el Zara y algunas tiendas de moda a ver si encuentra algo que la vaya bien. Aunque es extravagante solamente la idea de imaginarla de probadores y cargada de bolsas.
Entiendo en tu mensaje amigo El Oliva, cuando dices lo de predicar en el desierto, que dudas de mi fe y mi profunda devoción a la Santísima Virgen. Has de saber que hace solamente un momento he terminado de rezar un abre María que por costumbre rezo cada día en las Completas, sobre las 21:00 horas. Estoy seguro que ni te acuerdas de la última vez que rezaste tú.
Que lo pases bien, ya sigo otro día.
¡Oh Señora mía! ¡Oh Madre mía! Yo me ofrezco enteramente a ti; y en prueba de mi filial afecto te consagro en este día y para siempre, mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón; en una palabra todo mi ser. Ya que soy todo tuyo, Madre de bondad, guárdame y defiéndeme como cosa y posesión tuya por los siglos de los siglos. Amén.
Yo quería decirte, que desde mi punto de vista el Ayuntamiento no tendría que pagar ese tipo de cosas, y gastar el dinero del contribuyente, que no del Ayuntamiento, en acondicionar el pueblo para proporcionar a los residentes la mejor calidad de vida posible. La religión es una opción y vivir una necesidad. Aunque las personas que han sido elegidas para formar parte del ayuntamiento o gobierno municipal tengan sus respetables creencias, el Ayuntamiento como tal ha de ser aconfesional, y si fuese generoso y de mano abierta; habría de serlo para todos por un igual. Ahora tenemos dos religiones en el pueblo, podrían ser muchas más, y si se le da a la religión católica no pueden hacer diferencias y darles también para la mezquita que están construyendo detrás de los lavaderos, no sé si irías por allí cuando estuviste en el pueblo.
En cuanto al planteamiento de que sean las mujeres del pueblo las encargadas de confeccionar los trajes a la Virgen..., bueno, ahí está la propuesta, aunque seguramente, y en el mejor de los casos, nos van a decir que se de una vuelta por la Calle Toro de Salamanca que está el Zara y algunas tiendas de moda a ver si encuentra algo que la vaya bien. Aunque es extravagante solamente la idea de imaginarla de probadores y cargada de bolsas.
Entiendo en tu mensaje amigo El Oliva, cuando dices lo de predicar en el desierto, que dudas de mi fe y mi profunda devoción a la Santísima Virgen. Has de saber que hace solamente un momento he terminado de rezar un abre María que por costumbre rezo cada día en las Completas, sobre las 21:00 horas. Estoy seguro que ni te acuerdas de la última vez que rezaste tú.
Que lo pases bien, ya sigo otro día.
¡Oh Señora mía! ¡Oh Madre mía! Yo me ofrezco enteramente a ti; y en prueba de mi filial afecto te consagro en este día y para siempre, mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón; en una palabra todo mi ser. Ya que soy todo tuyo, Madre de bondad, guárdame y defiéndeme como cosa y posesión tuya por los siglos de los siglos. Amén.
Amén... amén, ja, ja, cuanto hemos aprendido...
¿Verdad Isabelita que tenemos que ser buenos y generosos cada día del año y no solamente un rato los domingos?
Y no es menos cierto Isabelita mía, que hemos de sorprendernos tú y yo cuando seamos llamados a sentarnos a la derecha del Padre al ver el Cielo vacío, con cuatro almas dispersas. Pues todos éstos que rezan pidiendo su salvación irán por fuerza al infierno por dudar de la bondad infinita del Creador para perdonarnos por muy malos que seamos. Al fin y al cabo Isabelita: somos malos porque Dios quiere, y yo no pienso llevarle la contraria. Ni rezaré tampoco para poner en sus oídos las mismas palabras que Él pone en mi boca, me diría: ¡ya lo sé Adrián, ya lo sé, pero que pesadito eres hijo mío, me tienes la cabeza tarumba!
Y no es menos cierto Isabelita mía, que hemos de sorprendernos tú y yo cuando seamos llamados a sentarnos a la derecha del Padre al ver el Cielo vacío, con cuatro almas dispersas. Pues todos éstos que rezan pidiendo su salvación irán por fuerza al infierno por dudar de la bondad infinita del Creador para perdonarnos por muy malos que seamos. Al fin y al cabo Isabelita: somos malos porque Dios quiere, y yo no pienso llevarle la contraria. Ni rezaré tampoco para poner en sus oídos las mismas palabras que Él pone en mi boca, me diría: ¡ya lo sé Adrián, ya lo sé, pero que pesadito eres hijo mío, me tienes la cabeza tarumba!
En general las personas somos buenas por naturaleza, salvo alguna excepción y tendríamos que investigar a fondo que es lo que les hace ser menos buenas que el resto, posiblemente algún trauma psicológico no superado.
En cuanto a la llamada del "Padre" yo ya estoy preparada para presentarme ante "El" en cualquier momento, soy muy buena...
Saludos para todos
En cuanto a la llamada del "Padre" yo ya estoy preparada para presentarme ante "El" en cualquier momento, soy muy buena...
Saludos para todos
Hoy Isa en vez de escribir te voy a leer un rato. Por variar y, para que tú veas que buenos, buenos, pero buenos, sois casi todos, y los pocos que somos malos es por culpa de los buenos.
Es cuando vuestro espíritu se pone a vagar sobre el viento que vosotros, solos y desprevenidos, hacéis un daño a los demás y, por lo tanto, a vosotros mismos.
Y, por esa injusticia cometida, deberéis llamar y esperar un instante, desatendidos a la puerta de los benditos del Señor.
Como el océano es el ego divino que hay en vosotros: permanece por siempre jamás libre de mancha.
Y, como el éter, levanta solamente a lo que es alado.
Como el sol es asimismo el ego divino que hay en vosotros: no conoce las galerías del topo, ni busca los agujeros de la serpiente.
Pero vuestro ego divino no habita solo en vuestro ser. Mucho en vosotros es todavía humano, y mucho en vosotros no es todavía humano, sino un informe pigmeo que camina dormido en la niebla en busca de su propio despertar. Y del hombre que hay en vosotros me gustaría hablar ahora. Porque es él y no vuestro ego divino, ni el pigmeo en la niebla, quien conoce el pecado y el castigo del pecado.
A menudo, os he oído hablar de alguno que comete un delito como si no fuera uno de nosotros, sino un extranjero para vosotros y un intruso para el mundo.
Pero yo digo que así como ni el santo ni el justo pueden elevarse por encima del más alto que mora en cada uno de vosotros, así, el malvado y el débil no pueden caer más bajo que el más bajo que mora también en cada uno de vosotros.
Y así como ni una sola hoja se torna amarilla sin el silencioso conocimiento del árbol todo, así el malhechor no puede dañar sin la oculta voluntad de todos vosotros.
Como en procesión camináis juntos hacia vuestro ego divino. Vosotros sois el camino y los caminantes.
Y cuando uno de vosotros tropieza y cae, lo hace para precaver a aquellos que van detrás de él, como una advertencia contra la piedra del tropiezo.
Si; y cae por aquellos que van delante de él, quienes, aunque más ágiles y seguros de pie, no apartaron, sin embargo, la piedra del tropiezo.
Y sabed esto también, aunque las palabras caigan pesadas a vuestros corazones:
La victima del asesinato no es irresponsable de su propio asesinato; y el robado no está libre de culpa por ser robado, el justo no es inocente por los actos del malvado, y el sin mancha no está limpio por las acciones del reo. Más aún: el culpable es a menudo la víctima del ofendido.
Y, com más frecuencia aún, el condenado es el que lleva la carga del sin culpa y del intachable.
No podéis separar el justo del injusto y al bueno del malvado. Porque están juntos frente al rostro del sol, así como el hilo negro y el blanco juntos son tejidos.
Y cuando el hilo negro se corta, el tejedor examinará la tela entera, y también el telar.
Si cualquiera de vosotros enjuicia a la esposa infiel, hacedle también pesar en la balanza el corazón de su marido y tomad con exactitud las medidas de su alma. Y haced que el que quiera azotar al ofensor mire bien antes el espíritu del ofendido.
Y si cualquiera de vosotros quisiera castigar en nombre de la virtud y descargar el hacha contra el árbol malo, haced que mire también a sus raíces.
Y, ciertamente encontrará las raíces del bien y del mal, de lo fructuoso y de lo estéril, todo junto y entretejido en el corazón silencioso de la tierra.
Y vosotros, jueces, que queréis ser justos:
¿Qué sentencia pronunciaréis contra aquel que, si bien es honesto según la carne, es (sin embargo) un ladrón en el espíritu?
¿Qué pena aplicaréis a aquel que asesina según la carne y es él mismo asesinado en el espíritu?
Y, ¿cómo juzgaréis a aquel que en sus acciones es un impostor y un tirano, y, sin embargo, también él es ofendido y ultrajado?
Y, ¿cómo procesáis a aquellos cuyos remordimientos son ya más grandes que sus delitos?
¿No es remordimiento la justicia administrada por esa misma ley a la que tan bien quisierais servir?
Sin embargo, no podéis imponer el remordimiento al inocente, ni quitarlo del corazón del culpable.
Vendrá en la noche sin ser invitado para que los hombres puedan despertar y mirarse fijamente a si mismos.
Y vosotros que estáis llamados a comprender la justicia, ¿cómo podríais hacerlo a menos que examinéis todas las cuestiones a la plena luz del día?
Solamente entonces sabréis que el justo y el caído no son más que un mismo hombre de pie en el crepúsculo entre la noche de su ego pigmeo, y el día de su ego divino.
Y que la piedra angular del templo no es superior a la piedra más baja de sus cimientos.
Es cuando vuestro espíritu se pone a vagar sobre el viento que vosotros, solos y desprevenidos, hacéis un daño a los demás y, por lo tanto, a vosotros mismos.
Y, por esa injusticia cometida, deberéis llamar y esperar un instante, desatendidos a la puerta de los benditos del Señor.
Como el océano es el ego divino que hay en vosotros: permanece por siempre jamás libre de mancha.
Y, como el éter, levanta solamente a lo que es alado.
Como el sol es asimismo el ego divino que hay en vosotros: no conoce las galerías del topo, ni busca los agujeros de la serpiente.
Pero vuestro ego divino no habita solo en vuestro ser. Mucho en vosotros es todavía humano, y mucho en vosotros no es todavía humano, sino un informe pigmeo que camina dormido en la niebla en busca de su propio despertar. Y del hombre que hay en vosotros me gustaría hablar ahora. Porque es él y no vuestro ego divino, ni el pigmeo en la niebla, quien conoce el pecado y el castigo del pecado.
A menudo, os he oído hablar de alguno que comete un delito como si no fuera uno de nosotros, sino un extranjero para vosotros y un intruso para el mundo.
Pero yo digo que así como ni el santo ni el justo pueden elevarse por encima del más alto que mora en cada uno de vosotros, así, el malvado y el débil no pueden caer más bajo que el más bajo que mora también en cada uno de vosotros.
Y así como ni una sola hoja se torna amarilla sin el silencioso conocimiento del árbol todo, así el malhechor no puede dañar sin la oculta voluntad de todos vosotros.
Como en procesión camináis juntos hacia vuestro ego divino. Vosotros sois el camino y los caminantes.
Y cuando uno de vosotros tropieza y cae, lo hace para precaver a aquellos que van detrás de él, como una advertencia contra la piedra del tropiezo.
Si; y cae por aquellos que van delante de él, quienes, aunque más ágiles y seguros de pie, no apartaron, sin embargo, la piedra del tropiezo.
Y sabed esto también, aunque las palabras caigan pesadas a vuestros corazones:
La victima del asesinato no es irresponsable de su propio asesinato; y el robado no está libre de culpa por ser robado, el justo no es inocente por los actos del malvado, y el sin mancha no está limpio por las acciones del reo. Más aún: el culpable es a menudo la víctima del ofendido.
Y, com más frecuencia aún, el condenado es el que lleva la carga del sin culpa y del intachable.
No podéis separar el justo del injusto y al bueno del malvado. Porque están juntos frente al rostro del sol, así como el hilo negro y el blanco juntos son tejidos.
Y cuando el hilo negro se corta, el tejedor examinará la tela entera, y también el telar.
Si cualquiera de vosotros enjuicia a la esposa infiel, hacedle también pesar en la balanza el corazón de su marido y tomad con exactitud las medidas de su alma. Y haced que el que quiera azotar al ofensor mire bien antes el espíritu del ofendido.
Y si cualquiera de vosotros quisiera castigar en nombre de la virtud y descargar el hacha contra el árbol malo, haced que mire también a sus raíces.
Y, ciertamente encontrará las raíces del bien y del mal, de lo fructuoso y de lo estéril, todo junto y entretejido en el corazón silencioso de la tierra.
Y vosotros, jueces, que queréis ser justos:
¿Qué sentencia pronunciaréis contra aquel que, si bien es honesto según la carne, es (sin embargo) un ladrón en el espíritu?
¿Qué pena aplicaréis a aquel que asesina según la carne y es él mismo asesinado en el espíritu?
Y, ¿cómo juzgaréis a aquel que en sus acciones es un impostor y un tirano, y, sin embargo, también él es ofendido y ultrajado?
Y, ¿cómo procesáis a aquellos cuyos remordimientos son ya más grandes que sus delitos?
¿No es remordimiento la justicia administrada por esa misma ley a la que tan bien quisierais servir?
Sin embargo, no podéis imponer el remordimiento al inocente, ni quitarlo del corazón del culpable.
Vendrá en la noche sin ser invitado para que los hombres puedan despertar y mirarse fijamente a si mismos.
Y vosotros que estáis llamados a comprender la justicia, ¿cómo podríais hacerlo a menos que examinéis todas las cuestiones a la plena luz del día?
Solamente entonces sabréis que el justo y el caído no son más que un mismo hombre de pie en el crepúsculo entre la noche de su ego pigmeo, y el día de su ego divino.
Y que la piedra angular del templo no es superior a la piedra más baja de sus cimientos.