Con permiso: Aunque sea introducirme sin llamar, ó si lo prefieren, metiéndome en camisa de once varas, lo hago en el simpático debate levantado por el uso del vocablo "ENDINO" en el lenguaje povedano, (y creo que en el de otros pueblos, también). Me ha llamado la atención, repito, porque yo también lo oí en alguna ocasión y, por lo que deduzco, teniendo en cuenta el tiempo y forma en que se utilizaba, siempre partiendo de voz de mujer ¡vaya si tenía significado!, ¡y no pequeño!. Y ello porque siempre me pareció, por el sentido y forma en que se pronunciaba, que solamente era utilizado cuando alguien recriminaba a otro por su forma de comportarse en determinado aspecto, el cual no estaba acorde con lo que de él ó ella se esperaba, y ello constituía, en cierto modo, una indignidad imputable al sujeto al que se le dirigía, de donde deriva lo de indigno, y comiéndose la "g" por defecto de pronunciación, en "indino", con inicio en "i", y después, quizá por deterioro del uso familiar del lenguaje, ó por ganas de "coña", en "endino". Por tanto, el vocablo en cuestión es todo un adjetivo sustantivado perfectamente admitido en el diccionario de la Real Academia de la Lengua cuya definición la define en estos tres aspectos:
a), Falta de mérito y de disposición para un cosa; b), Que no corresponde a las circunstancias de un sujeto o es inferior a la calidad y mérito de la persona, con quien se trata; y c), Vil, vergonzoso, humillante.
Un saludo mañanero a la povedanía.
a), Falta de mérito y de disposición para un cosa; b), Que no corresponde a las circunstancias de un sujeto o es inferior a la calidad y mérito de la persona, con quien se trata; y c), Vil, vergonzoso, humillante.
Un saludo mañanero a la povedanía.