El rechazo de la petición española para llevar a cabo la Olimpiada del año 2020 en Madrid, teniendo en cuenta que ésta era la tercera vez que tal petición se ha llevado efecto, en este caso postergándonos a las de Tokio y Estambul, nos hace penar que algo raro sucede en España. Como se ha dicho por ahí, con razón, que éramos la única gran capital que jamás había organizado los Juegos Olímpicos, que ésta disponía de unas excelentes infraestructuras ya terminadas, habíamos logrado un alto nivel de apoyo popular y la propia ciudad de Madrid ofrecía todos los atractivos que podía desear la organización olímpica. Todo ello no ha servido para nada. ¿Nos hemos preguntado, de verdad, cuáles han sido ó pueden ser las causas cuando este fracaso ya es el tercero que sufrimos?. Lo único cierto es que no nos lo esperábamos.
Los propios responsables de la candidatura habían alentado día tras día un optimismo rayano en el trunfalismo, prueba inequívoca de su desacierto. Esta ha sido la gran decepción que todos los españoles sentimos por lo que ha sido un evidente menosprecio. Compárense a nivel internacional los éxistos deportivos de Japón y Turquía en relación con España y en este orden creo que podemos darles sopas con honda. Naturalmente, no nos vamos a rasgar las vestiduras, pero si estamos seguros de que las causas han sido tan imprevistas como no tenidas en cuenta, y en nuestra casa las tenemos. Las drásticas noticias de cada día en todos los medios, los seis mil parados, los "urdanganazos" los "barcenazos", los "eres", etc., etc., pueden ir dándonos pistas de por dónde van los tiros de este desengaño nacional.
Tristes saludos desmochados y desiluionados.
Los propios responsables de la candidatura habían alentado día tras día un optimismo rayano en el trunfalismo, prueba inequívoca de su desacierto. Esta ha sido la gran decepción que todos los españoles sentimos por lo que ha sido un evidente menosprecio. Compárense a nivel internacional los éxistos deportivos de Japón y Turquía en relación con España y en este orden creo que podemos darles sopas con honda. Naturalmente, no nos vamos a rasgar las vestiduras, pero si estamos seguros de que las causas han sido tan imprevistas como no tenidas en cuenta, y en nuestra casa las tenemos. Las drásticas noticias de cada día en todos los medios, los seis mil parados, los "urdanganazos" los "barcenazos", los "eres", etc., etc., pueden ir dándonos pistas de por dónde van los tiros de este desengaño nacional.
Tristes saludos desmochados y desiluionados.