ALGUNAS PARTICULARIDADES DEL MISMO.
Ya que lo cita nuestro vecino/a, bien vale la pena decir algo de esta obra teatral y de su autor. El padre de esta celebridad conocida por "El Tenorio", la más conocida y popular en España, es obra de la imaginación y de la pluma de Don José Zorrilla y Moral, poeta y dramaturgo nacido en Valladolid el año 1817. Trasladado a Madrid con su familia a la edad de nueve años; cursó estudios con los jesuitas del Real Seminario de Nobles y, muy precozmente. mostró su asombrosa facilidad para la creación literaria, si bien ésta estuvo obstaculizada por el carácter autoritario de su padre, superintendente general de policía durante la represión fernandina, quien le obligó a estudiar leyes en Toledo y más tarde en Valladolid donde publicó sus primeros versos en "El Artista". En 1836, decidido a seguir su vocación literaria, abandonó los esudios y pasó a vivir de los medios bohemios de Madrid.
Conviene señalar el hecho de que, un poema espontáneamente leído en el entierro de Mariano José de Larra en 1837, determinó su consgración y le valió la amistad de Espronceda, Hartzenusch, Santos Álvarez y García Gutiérrez; precisamente en colaboración con este çúltimo escribió su primer drama, titulado "Juan Dándolo", todo lo cual le permitió el acceso a las páginas de "El Español", en el que ocuparía la vacante de Larra, y "el Porvenir".
Viudo de su primera esposa contrajo nuevo matrimonio con Juana Pacheco. En 1882 ingresó en la Real Academia Española, y en 1839 fue coronado dolemnemente como poeta nacional. La obra de José Zorrilla representa uno de los máximos exponente del romanticismo español en su vertiente nacionalista.
Casado con Matilde O'Reilly en 1839, pronto se vio acuciado por necesidades económicas a pesar de la popularidad de sus obras y de la herencia que en 1840 recibiera de sus padres. Entre 1850 y 1854 residió en París y de allí pasó a México donde, durante once años se vio favorecido con la protección del emperados Maximiliano, que le nombró Director del Teatro Nacional. Regresó a España tras el fusilamiento de Maximiliano, lo que, en cierto modo le obligó a abandonar definitivamente el cargo y ese país.
Efectivamente, tal y como dice aquí "cuirosidad" en su cita de ayer mismo, el "Tenorio" se representaba en muchos pueblos de España en fecha tan señalada como la víspera del día de todos "los Santos". A estos efectos me permito recordar aquí la ccuriosa anécdota ocurrida en un pueblecito de la provincia de Segovia mientras se estaba representando en el local destinado a tal fin por primera vez. Al parecer, mientras se estaba desarrollando la misma por aquellos modestos actores que de pueblo en pueblo se ganaban la vida con semejante actividad, unos gamberretes que se encontraban en la parte atrás de la sala no dejaban de molestar con sus conversaciones en alta voz con ánimo de obstruir y molestar al resto del público (también había gamberros entonces), y como quiera que en llegado aquel momento en que, el protagonista en el escenario pronunciaba la popular frase ¡CUÁN GRITAN ESOS MALDITOS!, el Sr. Alcalde que la estaba presenciando, entendiendo que el artista se dirigía a los gamberros, éste, levantándose airado de su silla, interrumpe al artista a voz en grito con esta frase: "Tú, sigue, sigue, que ya me encargarré yo de éstos cuando termineies la función".
Mis saludos a todos los faicionados al género de Talía.
Ya que lo cita nuestro vecino/a, bien vale la pena decir algo de esta obra teatral y de su autor. El padre de esta celebridad conocida por "El Tenorio", la más conocida y popular en España, es obra de la imaginación y de la pluma de Don José Zorrilla y Moral, poeta y dramaturgo nacido en Valladolid el año 1817. Trasladado a Madrid con su familia a la edad de nueve años; cursó estudios con los jesuitas del Real Seminario de Nobles y, muy precozmente. mostró su asombrosa facilidad para la creación literaria, si bien ésta estuvo obstaculizada por el carácter autoritario de su padre, superintendente general de policía durante la represión fernandina, quien le obligó a estudiar leyes en Toledo y más tarde en Valladolid donde publicó sus primeros versos en "El Artista". En 1836, decidido a seguir su vocación literaria, abandonó los esudios y pasó a vivir de los medios bohemios de Madrid.
Conviene señalar el hecho de que, un poema espontáneamente leído en el entierro de Mariano José de Larra en 1837, determinó su consgración y le valió la amistad de Espronceda, Hartzenusch, Santos Álvarez y García Gutiérrez; precisamente en colaboración con este çúltimo escribió su primer drama, titulado "Juan Dándolo", todo lo cual le permitió el acceso a las páginas de "El Español", en el que ocuparía la vacante de Larra, y "el Porvenir".
Viudo de su primera esposa contrajo nuevo matrimonio con Juana Pacheco. En 1882 ingresó en la Real Academia Española, y en 1839 fue coronado dolemnemente como poeta nacional. La obra de José Zorrilla representa uno de los máximos exponente del romanticismo español en su vertiente nacionalista.
Casado con Matilde O'Reilly en 1839, pronto se vio acuciado por necesidades económicas a pesar de la popularidad de sus obras y de la herencia que en 1840 recibiera de sus padres. Entre 1850 y 1854 residió en París y de allí pasó a México donde, durante once años se vio favorecido con la protección del emperados Maximiliano, que le nombró Director del Teatro Nacional. Regresó a España tras el fusilamiento de Maximiliano, lo que, en cierto modo le obligó a abandonar definitivamente el cargo y ese país.
Efectivamente, tal y como dice aquí "cuirosidad" en su cita de ayer mismo, el "Tenorio" se representaba en muchos pueblos de España en fecha tan señalada como la víspera del día de todos "los Santos". A estos efectos me permito recordar aquí la ccuriosa anécdota ocurrida en un pueblecito de la provincia de Segovia mientras se estaba representando en el local destinado a tal fin por primera vez. Al parecer, mientras se estaba desarrollando la misma por aquellos modestos actores que de pueblo en pueblo se ganaban la vida con semejante actividad, unos gamberretes que se encontraban en la parte atrás de la sala no dejaban de molestar con sus conversaciones en alta voz con ánimo de obstruir y molestar al resto del público (también había gamberros entonces), y como quiera que en llegado aquel momento en que, el protagonista en el escenario pronunciaba la popular frase ¡CUÁN GRITAN ESOS MALDITOS!, el Sr. Alcalde que la estaba presenciando, entendiendo que el artista se dirigía a los gamberros, éste, levantándose airado de su silla, interrumpe al artista a voz en grito con esta frase: "Tú, sigue, sigue, que ya me encargarré yo de éstos cuando termineies la función".
Mis saludos a todos los faicionados al género de Talía.