... ¡ACONTECIMIENTO IMPORTANTE PARA EL FUTURO DEL PUEBLO!.
Natualmente me estoy refiriendo a las próximas elecciones municipales del mes de mayo como piedra de toque para las gentes de los pueblos que se apresuran a corregir, y mejor aún a renovar, los equipos de munícipes y aledaños que en el transcurso del último cuatrienio no convencieron ni a propios ni a extraños. La lógica expectación por ver las caras nuevas que han de afrontar las responsabilidades políticas crean un morbo que estoy seguro es motivo de tertulia y de discusión en los corrillos ad-hoc del bar o de la solana. Cualquiera ocasión será buena para sopesar las posibilidades y el "pedigrí" de los aspirantes a la poltrona de turno. La más discutida, sin duda alguna, la del candidato al sillón principal: el de la alcaldía.
Por lo que se refiere a nuestro pueblo, posiblemente uno de los mas inquietos y politizados y por ello más dispuesto a discutir en el ágora de la plaza las posibilidades de los que ya se víslumbran con aspiraciones razonables a ocupar el alcaldato, seguro que las consabidas discusiones son de lo más apasionado exaltando o descabalgando la efigie del cabeza de lista elegido como objeto de diatribas, dimes y diretes que corresponda.
Pero, seguramente que de entre los elegidos no ha habido ninguno que se haya arriesgado a presentar un programa especificando qué innovaciones va a introducir en el Ayuntamiento o cuales de las existentes deben modificarse, y en qué sentido, para mejorar la vida de los ciudadanos dentro de los límites que permiten las circunstancias. Esa sí que sería una buena campaña previa digna de elogio y una excelente presentación del candidato idóneo. ¿Nos caerá ese mirlo blanco?.
De inmediato alguien habrá dicho "este tipo -por "mua"- no tiene ni puñetera idea de lo que son las elecciones en un pueblo"; "aquí lo que prima es el corrillo de los amiguetes y sus aledaños pescando en río revuelto los votos necesarios para derribar al presunto aspirante que más condiciones reúne, por muy guapo que éste sea ya que, de otro modo, ¿cómo lo iban a consentir los integrantes de la cacicada sin que de éstos haya recibido el visto bueno?. Pues ahí está el mérito. Cuántas veces hemos oído " ¿quién iba a decir que...?". ¡Abajo las cacicadas!.
Una idea de gran calado a poner en práctica por la nueva Corporación sería la de que, teniendo en cuenta que la Junta de Castilla y León tiene prevista la unificación de varios municipios, y el hecho de que Poveda se encuentra en cierto modo y con las comunicaciones actuales, en una situación privilegiada, al menos intentar la presentación y/ó formular la oferta de nuestro municipio para dicho fin, del cual, sólo cabe esperar obvias ventajas. O al menos, poner todo su empeño en conseguir la unificación que proceda, hecho éste que redundaría en aminorar los gastos municipales, y, por cosiguiente, al engrandecimiento y mejora de los servicios públicos en una más que respetable buena medida. ¡Ésa si que sería política municipal de enjundia!.
¿Algunos de los aspirantes se ha tomado la moletia de desplazarse a Valladolid, concretamente al seno de la Junta de Castilla y León, para informarse concienzudamente de en qué condiciones se va a llevar a cabo la agrupación de municipios, ó en qué situación se encuentra actualmente el plan, etc. etc.?. Eso, de entrada, para ir demostrando algo más que la propia de un vulgar candidato, anticipándose a las lógicas ambiciones de todos los demás pueblos.
Povedanos: las elecciones municipales son muy importantes. Y para el pueblo, más que las generales. No os durmais. Un saludo de vuestro paisano y que acerteis. EFE.
Natualmente me estoy refiriendo a las próximas elecciones municipales del mes de mayo como piedra de toque para las gentes de los pueblos que se apresuran a corregir, y mejor aún a renovar, los equipos de munícipes y aledaños que en el transcurso del último cuatrienio no convencieron ni a propios ni a extraños. La lógica expectación por ver las caras nuevas que han de afrontar las responsabilidades políticas crean un morbo que estoy seguro es motivo de tertulia y de discusión en los corrillos ad-hoc del bar o de la solana. Cualquiera ocasión será buena para sopesar las posibilidades y el "pedigrí" de los aspirantes a la poltrona de turno. La más discutida, sin duda alguna, la del candidato al sillón principal: el de la alcaldía.
Por lo que se refiere a nuestro pueblo, posiblemente uno de los mas inquietos y politizados y por ello más dispuesto a discutir en el ágora de la plaza las posibilidades de los que ya se víslumbran con aspiraciones razonables a ocupar el alcaldato, seguro que las consabidas discusiones son de lo más apasionado exaltando o descabalgando la efigie del cabeza de lista elegido como objeto de diatribas, dimes y diretes que corresponda.
Pero, seguramente que de entre los elegidos no ha habido ninguno que se haya arriesgado a presentar un programa especificando qué innovaciones va a introducir en el Ayuntamiento o cuales de las existentes deben modificarse, y en qué sentido, para mejorar la vida de los ciudadanos dentro de los límites que permiten las circunstancias. Esa sí que sería una buena campaña previa digna de elogio y una excelente presentación del candidato idóneo. ¿Nos caerá ese mirlo blanco?.
De inmediato alguien habrá dicho "este tipo -por "mua"- no tiene ni puñetera idea de lo que son las elecciones en un pueblo"; "aquí lo que prima es el corrillo de los amiguetes y sus aledaños pescando en río revuelto los votos necesarios para derribar al presunto aspirante que más condiciones reúne, por muy guapo que éste sea ya que, de otro modo, ¿cómo lo iban a consentir los integrantes de la cacicada sin que de éstos haya recibido el visto bueno?. Pues ahí está el mérito. Cuántas veces hemos oído " ¿quién iba a decir que...?". ¡Abajo las cacicadas!.
Una idea de gran calado a poner en práctica por la nueva Corporación sería la de que, teniendo en cuenta que la Junta de Castilla y León tiene prevista la unificación de varios municipios, y el hecho de que Poveda se encuentra en cierto modo y con las comunicaciones actuales, en una situación privilegiada, al menos intentar la presentación y/ó formular la oferta de nuestro municipio para dicho fin, del cual, sólo cabe esperar obvias ventajas. O al menos, poner todo su empeño en conseguir la unificación que proceda, hecho éste que redundaría en aminorar los gastos municipales, y, por cosiguiente, al engrandecimiento y mejora de los servicios públicos en una más que respetable buena medida. ¡Ésa si que sería política municipal de enjundia!.
¿Algunos de los aspirantes se ha tomado la moletia de desplazarse a Valladolid, concretamente al seno de la Junta de Castilla y León, para informarse concienzudamente de en qué condiciones se va a llevar a cabo la agrupación de municipios, ó en qué situación se encuentra actualmente el plan, etc. etc.?. Eso, de entrada, para ir demostrando algo más que la propia de un vulgar candidato, anticipándose a las lógicas ambiciones de todos los demás pueblos.
Povedanos: las elecciones municipales son muy importantes. Y para el pueblo, más que las generales. No os durmais. Un saludo de vuestro paisano y que acerteis. EFE.