... TRADUCIDA A QUE, LOS PUEBLOS QUE LA OLVIDAN, ESTÁN CONDENADOS A REPETIRLA.
Este axioma de estar condenados a repetirla para los pueblos que la olvidan, mil veces veces oído en círculos intelectuales, no sé hasta qué punto concuerda con la realidad. No obstante, cabe imaginar que cabría equipararlo al que marca el principio de que, olvidados los hechos o las circunstancias que concurrieron o dieron lugar a pasados errores respecto de los cuales no se tomó la debida nota o se adoptaron las medidas oportunas en su tiempo que evitara repetirlos, se corre el riesgo de que necesariamente volverán por obvias razones de que, llegada la ocasión que propicia el ciclo con sus efectos, éstos se reproducen, corregidos y aumentados, sin más. Y los que sufrieron o disfrutaron de sus consecuencias, imposibilitados de evitarlas para suerte de unos y desgracia de los otros. Casi siempre los mismos.
Con mil amores acepto el guante que me lanza mi amigo y admirado Lupi secundado por JOM, más no sé si yo estaría a la altura de saber describir la historia de nuestro pueblo con el rigor y la claridad que un trabajo de esta índole requiere. Lupicinio Sierra, para quienes de las nuevas generaciones no le conocen, es un povedano de los que cualesquiera de los que hemos nacido en el mismo pueblo nos enorgullecemos de compartir con él paisaje y paisanaje, haber vivido los mismos juegos en el mismo lugar, leído el quijote en la misma escuela o recitado la tabla de multiplicar en el mismo recinto. Como le conozco, sé que él sabría describir nuestra historia tan bien o mejor que yo. Lo que si puedo adelantar es que, para los povedanos en general, conocerla es tanto como "rebobinar" mentalmente cómo se ha llegado a la particular situación actual de cada cual, lo que, para todo aquél que tenga inquietudes del saber "por qué", creo que le resultará bastante interesante.
Un saludo afectuoso para todos/as.
Este axioma de estar condenados a repetirla para los pueblos que la olvidan, mil veces veces oído en círculos intelectuales, no sé hasta qué punto concuerda con la realidad. No obstante, cabe imaginar que cabría equipararlo al que marca el principio de que, olvidados los hechos o las circunstancias que concurrieron o dieron lugar a pasados errores respecto de los cuales no se tomó la debida nota o se adoptaron las medidas oportunas en su tiempo que evitara repetirlos, se corre el riesgo de que necesariamente volverán por obvias razones de que, llegada la ocasión que propicia el ciclo con sus efectos, éstos se reproducen, corregidos y aumentados, sin más. Y los que sufrieron o disfrutaron de sus consecuencias, imposibilitados de evitarlas para suerte de unos y desgracia de los otros. Casi siempre los mismos.
Con mil amores acepto el guante que me lanza mi amigo y admirado Lupi secundado por JOM, más no sé si yo estaría a la altura de saber describir la historia de nuestro pueblo con el rigor y la claridad que un trabajo de esta índole requiere. Lupicinio Sierra, para quienes de las nuevas generaciones no le conocen, es un povedano de los que cualesquiera de los que hemos nacido en el mismo pueblo nos enorgullecemos de compartir con él paisaje y paisanaje, haber vivido los mismos juegos en el mismo lugar, leído el quijote en la misma escuela o recitado la tabla de multiplicar en el mismo recinto. Como le conozco, sé que él sabría describir nuestra historia tan bien o mejor que yo. Lo que si puedo adelantar es que, para los povedanos en general, conocerla es tanto como "rebobinar" mentalmente cómo se ha llegado a la particular situación actual de cada cual, lo que, para todo aquél que tenga inquietudes del saber "por qué", creo que le resultará bastante interesante.
Un saludo afectuoso para todos/as.