Tan florida como abigarrada literatura en competencia con el más puro estilo churrigueresco aplicable al lenguaje, me ha dejado anonadado por cuanto jamás hubiera podido yo soñar que en mi pueblo se hubieran dado hechos y fazañas tan notables y pretenciosas con señor feudal incluído. Y no digamos ya lo de "ius primae noctis", es decir, "el derecho a la primera noche", vulgo, derecho de pernada. Enhorabuena, Soso. Un admirador.
EL CASTILLO DE NUESTRA SEÑORA - III (El chalan y el galgo)

Viudo el chalan desde poco después de su malogrado matrimonio con una hermosa joven del lugar, volcó todas sus atenciones en un lebrel que tenia: hallando en el animal todo el cariño y afecto que la muerte de su amada esposa le robase, y dedicando a la bestia innumerables atenciones, así como, exagerada pasión en el adiestramiento del animal.
Pocos detalles más podré aportar a esta historia sobre la valía del lebrel, ya que ninguno de...
EL CASTILLO DE NUESTRA SEÑORA - II (El Santo Varón)

A corta distancia del Castillo de Nuestra Señora, y en la misma calle donde mucho tiempo después transcurrirían los juegos de mi infancia, habitaban vecinos de puerta a puerta un chalan y un zapatero. Y al que fuese capaz de contar todas las porfías entre ambos, lo tendría yo por buen cuentista.
Su falta de entendimiento, a pesar de que también podría deberse a otras causas, les llevó a pasar sus vidas desde el alba hasta bien entrada la noche,...
EL CASTILLO DE NUESTRA SEÑORA (La leyenda)

Cuenta una leyenda, a fe mía verdadera, que existió en la antigüedad un castillo en Poveda.
Ubicado en el mismo solar que hoy ocupa la iglesia, fue el Castillo de Nuestra Señora suntuosa morada de un rico y noble castellano, tan amado por su distinguido porte y valor en la batalla, como odiado y temido por su desmedida ambición y sus abusos con la espada. Pero si algo creaba repulsión y disgusto hacia su persona, lo era una muy particular interpretación...
GUADALAJARA:!... POR FIN! ¡... QUÉ ALIVIO!. Esperamos que por tu casa no haya pasado un terremoto. Un beso así de grande por tu regreso,