El
colegio del Arzobispo de Fonseca fue uno de los primeros edifcios de
Salamanca en los que se recuperó el uso del granito de Los
Santos como elemento estilístico que diera bicromía al conjunto. La distinta disposición de los bloques de
piedra de las proximidades a
ventanas y
puertas, con respecto al resto, sugiere algún tipo de trabajo de restauración en una de las dos partes.