Francisco de Vitoria, respecto a los tributos, señala que “Los reyes pueden lícitamente poner tributos…, teniendo en cuenta la situación de cada ciudadano”. Hasta aquí todos estamos de acuerdo. La filosofía es una cosa y los hechos otras.
Ayer día 5 se abrió el plazo para comenzar a efectuar la declaración de la renta del ejercicio 2016, cuestión que a través de los distintos medios de comunicación la Administración nos recuerda. También todo el mundo recuerda que hay que revisar cuidadosamente los borradores, ya que pueden existir errores en los mismos, los datos fiscales que de cada uno posee la Administración Tributaria, no siempre se reflejan en los borrados, el caso es que hay errores y, si te fías de lo que se refleja en el borrador, puedes estar metiendo la patita y a los pocos meses o antes de cumplirse los cinco años que la ley fija, te pasan una notificación para que aportes documentos, te hacen una paralela y aquello que omitiste tiempo atrás acaba apareciendo, te corrigen, te sancionan y te cargan interese. Así pues ojo al parche.
No digo que el ministro del ramo o quien sea en la Agencia haya dado instrucciones de “meter la pata en los borradores”, pero resulta sospechoso que te hagan una declaración y no tengan todos tus datos fiscales, pero después acaben apareciendo no se sabe cómo, pero aparecen y te caes con todo el equipo.
Yo creo que hay gato encerrado.. ¡Mucho ojo!
Por el contrario, si meses después o antes de los cinco años, eres tú quien aprecia alguna omisión favorable a tus intereses y presentas la correspondiente revisión, ya te puedes echar la siesta hasta que la Agencia quiera resolver y pagarte lo que corresponde y sus respectivos intereses. Aquí la lentitud es la norma.
Creo firmemente que nuestra administración tributaria es injusta, carga todo el peso sobre las nóminas de los trabajadores por cuenta ajena, pensionistas y, en general, sobre quienes fácilmente pueden ser controlados. Por el contrario, no se muestra igual de diligente con otros colectivos, especialmente si son poderosos.
Ayer día 5 se abrió el plazo para comenzar a efectuar la declaración de la renta del ejercicio 2016, cuestión que a través de los distintos medios de comunicación la Administración nos recuerda. También todo el mundo recuerda que hay que revisar cuidadosamente los borradores, ya que pueden existir errores en los mismos, los datos fiscales que de cada uno posee la Administración Tributaria, no siempre se reflejan en los borrados, el caso es que hay errores y, si te fías de lo que se refleja en el borrador, puedes estar metiendo la patita y a los pocos meses o antes de cumplirse los cinco años que la ley fija, te pasan una notificación para que aportes documentos, te hacen una paralela y aquello que omitiste tiempo atrás acaba apareciendo, te corrigen, te sancionan y te cargan interese. Así pues ojo al parche.
No digo que el ministro del ramo o quien sea en la Agencia haya dado instrucciones de “meter la pata en los borradores”, pero resulta sospechoso que te hagan una declaración y no tengan todos tus datos fiscales, pero después acaben apareciendo no se sabe cómo, pero aparecen y te caes con todo el equipo.
Yo creo que hay gato encerrado.. ¡Mucho ojo!
Por el contrario, si meses después o antes de los cinco años, eres tú quien aprecia alguna omisión favorable a tus intereses y presentas la correspondiente revisión, ya te puedes echar la siesta hasta que la Agencia quiera resolver y pagarte lo que corresponde y sus respectivos intereses. Aquí la lentitud es la norma.
Creo firmemente que nuestra administración tributaria es injusta, carga todo el peso sobre las nóminas de los trabajadores por cuenta ajena, pensionistas y, en general, sobre quienes fácilmente pueden ser controlados. Por el contrario, no se muestra igual de diligente con otros colectivos, especialmente si son poderosos.