LAGUNILLA: “DESCRIPCIONES HERMOSAS DEL PUEBLO Y DE MI INFANCIA”...

LA DISTANCIA Y SUS TIEMPOS

Amigo “Manchega” ¡Genial! No dejas de sorprenderme con estas preciosidades de fotos ¿De dónde puñetas las sacas? Ahí las calles, las de antes; las que se adhirieron al recuerdo perpetuo de nuestras mentes. Ese pasado aún presente, a paleando las sienes con cimbreantes destellos de dudas ¿Fue así o lo soñé? Y las calles seguían teniendo piedras, cantos punzantes algunos; las gentes sosegadas pese a cualquier infortunio. Estampa humana de realidades compartidas y, en la humildad, todos uno. Me ciega el blanco en todas las casas, las graves puertas con sus clavos y, cómo no, el atuendo oscuro; recordando la España de antes, superando malos tiempos y alcanzando futuro.

Saludos desde mi rincón navarro para todos, sin olvidar ninguno ¡Epa!

“DESCRIPCIONES HERMOSAS DEL PUEBLO Y DE MI INFANCIA”
Esa imagen de casas blanquísimas. Que niño no recuerda haber ido al campo a recoger “barreplato” por unas perrillas, era el material preciso para hacer unas gruesas brochas con sus finas cañas a modo de pequeños haces de mieses y ayudar a encalar esas blancas paredes, casi siempre con las mujeres de la casa, las encargadas de estos menesteres.
No cabe duda que aun perdura en nosotros muchos recuerdos de estas calles, había que ser ágil para jugar y correr por ellas, hábiles saltarines de escollos.

Mario Benedetti, escritor y poeta uruguayo, decía que: «La infancia es un privilegio de la vejez. No sé por qué la recuerdo actualmente con más claridad que nunca». Y no le faltaba razón. A mí me ocurre tres cuartos de lo propio. Cuando uno es abuelo y se acerca cada vez más a la denominada edad provecta o vejez, más me percato del privilegio de volver a ser como un niño.

Saludos.