LAGUNILLA: Disfruta del pueblo todo lo que puedas, Pedro, porque...

MIRANDO PARA MÍ PUEBLO <17-05-2012>

Ya estamos a jueves y, por fin, mañana temprano salimos en ruta. Hoy quedará, todo aquello que debíamos preparar, listo para ser embarcado. Ya ha cogido hora en la peluquería la señora, son así de presumidas ellas; yo… con un tijeretazo casero, libro mis cuatro pelos. La maleta ya está lista, aguarda en el recibidor; muy cerca de la puerta, apurando ya su prisa. En el maletero del coche aguardan los regalos de mi hermana Rafaela y Manuel (no me apetecía subirlos a casa para volverlos a bajar otra vez). Tendré que comprar otra libreta de apuntes y ¡qué no se me olvide! Que no me pase como la última vez… en cuanto me levante de madrugada, lo primero que haré, será tomar la cámara de fotos; que no me pase lo mismo que cuando fui en agosto, la faena que ya os conté.

Ayer se me hizo muy largo el día, igual que antes de ayer; cuando se espera un acontecimiento tan deseable los minutos se convierten en horas. A demás, fue un día triste, lo entristeció el periódico. Leímos la muerte de un buen amigo mío, un joven de cincuenta y dos años (como yo); él nació el siete de enero y yo el quince. Solía entrenar con este amigo las maratones de veinte kilómetros (cuando aún practicaba), esos roces de la infancia, el conocer su casa y el la mía; el pegarte por tonterías y reconciliarse por el real afecto. Compartir la infancia con la cercanía de nuestras casas nos hermanaba en profundidad. Ayer lo hallaron en la cama con un libro sobre el pecho, llevaba así tres días; morir en total soledad no sorprende al que tan bien lo conocía. Un autodidacta en filosofía, extrovertido como nadie y errante de amores; pues quería a todas y nunca se ató a nadie. Amigo defensor sin límites, entregado a la amistad, como nadie.

Terminé dando un paseo, bajo el sol castigador del albor de la tarde, con mi hermano Manuel; empeñado en enseñarme unos cambios en la rivera del río. Burlada es precioso, fresco en el cursado paseo del Arga, acompañado de nogales y chopos todo el trayecto que hicimos. Nos arriesgamos un puntazo a la insolación al salir en busca de un lago pero supimos sufrirlo y, ya de regreso, nos cruzamos con un paisano del pueblo nuestro (de Lagunilla): Benito, hijo de Kiko “el manco” y su esposa (familia ésta de “Chago “) que, ahora no recuerdo su nombre; viven en Béjar y, por aquí, poseen un piso en la misma calle que nuestra casa de Burlada (C/ de La Nogalera) antes conocida por Pio Loperena.

En fin… ya no os escribo más cosas hasta que vuelva de Lagunilla. Hasta muy pronto foreros.

Pedro G. G.

Disfruta del pueblo todo lo que puedas, Pedro, porque lo vas a encontrar en plena primavera. Aunque no hay mucha agua como otros años, que corria por cuaquier lado, esta todo verde de las ultimas lluvias. Los robles no se han cubierto del todo en algunos sitios, por lo que el pasado finde hacia mas calor que en verano si ibas al vallejo de la mata.