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LAGUNILLA: CAPULLO...

CAPULLO
Capullo es una palabra que se oía mucho en los cuarteles del ejército. Yo recuerdo que la primera vez que la oí me hizo mucha gracia porque se la decían a alguien que daba muestras de torpeza. Y, con el tiempo, esa palabra fue adquiriendo un contexto inestable; ya en la jerga coloquial de algunos grupos denotaba, algunas veces, el grado de vivacidad que les destacaba en ciertos caracteres de su conducta. Jocosamente también se exhortaba ante una súbita reacción sobre el individuo que ocasionaba cierto efecto de gracia (como queriendo sustituir a ese gesto tonto que hacemos para que alguien calle sus impertinencias). Capullo salió un día de su razonable estado floral para mezclarse en humanidad mundana y, desde ese día, no paran de florecer capullos: el que nos hace reír o llorar; el que nos quiere ver lejos o no nos quiere soltar; el que se aburre tanto que no deja de incordiar. Y en el remoto de los silencios está el que se calla y el que sufre en las sombras del cobarde y no da la cara. Y los hay desbordados de generosidad y malvados en actuar.
Capullo es el sinónimo de lo que se quiera representar.

¡Saludos para todos y que paséis un buen día de reflexión electoral!

P. G. G.