Regreso a España, LAGUNILLA

Y despidieron al único primo que, hasta el día de hoy, tuvo la osadía de ir a Buenos Aires desde España. Para ellos fue de gran emoción mi visita y triste mi marcha. La prima Dolores con su esposo, Alberto, en un último abrazo de despedida (Aeropuerto de Ezeiza)
(29 de Octubre de 2014)
PROMESA CUMPLIDA

En mi estancia con Dolores lo pasamos de aúpa: nos enseñaron todo Buenos Aires, cantamos en las cenas reunidos con sus hijos y nietos; cuando estuvimos entonando “Asturias patria querida” se emocionó mucho. Su hija Marisol confesó que solía cantar muchas canciones españolas y creía que se las inventaba hasta que, en el preciso instante de entonarlas yo a dúo con ella; observó que ambos las conocíamos de igual manera. Hubo un momento crucial a la hora de abrir una botella de sidra...