¡Coña! Púes no me ha parecido ver una víbora. Menudo susto. Pero en Abril... no suele hacer tanto calor como para que campeen estos bichos. Un reptil despistado.
Un año, en Agosto, por un
sendero que se pierde barranco abajo, frente a La Mata Santana; iba yo blandiendo un buen palo y, de buenas a primeras, cruzaba serpenteando mi sendero, a medio metro paré. Parecía que nunca acababa de pasar aquel luengo cuerpo que, a más que intente ver, no le halle la cabeza. Esta se debió perder en el enmarañado
... (ver texto completo)