Hay dos pájaros que nos son especialmente simpáticos a los humanos: Las cigüeñas y las golondrinas. En cierto modo podríamos decir que, tanto las primeras, como las segundas se han adaptado perfectamente al habitat humano. Cuando nuestros padres cultivaban en nosotros la inocencia y el sentido mágico de la existencia, explicándonos que los niños venían de Paris y que además los traían las cigüeñas en una bolsa colgada de su pico, yo siempre me creí lo de las cigüeñas pero en cuanto a lo de Paris ... (ver texto completo)