Entre la decoración de la fachada, encima de un cráneo se encuentra una escultura de un sapo (pero confundido comúnmente con una rana). Este símbolo servía como aviso a los estudiantes. Se utilizaba como representación del pecado de lujuria, asociado a la muerte al encontrarse encima de un cráneo. Según la tradición, se dice que su hallazgo en la fachada augura éxito en los estudios.