Corroboro la reflexión que hace el estimado y querido comunicante anónimo sobre la valoración de la sabiduría de muchos “isidros”, y lo comparto totalmente porque con un “isidro” de Aldeaseca pude hablar siendo casi un jovencito y mantener conversaciones con él. El acto de hablar y mantener conversaciones con él, como digo, es una manera y forma retóricas y metafóricas de expresión, ya que solamente hablaba él, era un monólogo. Yo únicamente escuchaba con avaricia, atención y curiosidad por lo grandioso de los consejos, fábulas y relatos, cargados de una filosofía, contenidos y conocimientos dignos del mejor maestro, de una exagerada naturalidad totalmente opuestos a la sabiduría libresca y con unos razonamientos todo ello basado en la experiencia y en la pragmática. Creo que ambos conocimiento son complementarios.
Hay un libro del gran Miguel Delibes, titulado “EL DISPUTADO VOTO DEL SEñOR CAYO”, donde su lectura nos sumerge en una situación totalmente opuesta entre la sabiduría libresca como decía antes, de un político que visita una aldea en período electoral y los conocimientos ancestrales que un “isidro”, un viejo campesino posee de la vida y la naturaleza. Las consecuencias y pensamientos obtenidos por el político son memorables. Leedlo.
Saludos a todos.
¡¡¡PAZ Y BIEN!!! ¡¡¡ SALUD Y ALEGRíA!!!
Paco García Sánchez.- Valladolid.
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