Después de un par de horas con la azadilla en mano, se nota y mucho la labor, paramos para el café que sabe a gloria con hojaldre relleno de chocolate.
Ya tengo despejada la entrada para plantar plantucas pequeñas, ranúnculos, pensamientos, verbenas, primaveras y lo que encuentre, es el placer de plantar y ver crecer, admirar y oler, un placer simple pero no menos importante, y de esos placeres surge la felicidad, un café, una buena compañía, una estupenda música, un día templado, un poco de ritmo.
Saludos.
Ya tengo despejada la entrada para plantar plantucas pequeñas, ranúnculos, pensamientos, verbenas, primaveras y lo que encuentre, es el placer de plantar y ver crecer, admirar y oler, un placer simple pero no menos importante, y de esos placeres surge la felicidad, un café, una buena compañía, una estupenda música, un día templado, un poco de ritmo.
Saludos.