EL RECUERDO DE MI VIDA EN EL AYER
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Si comparáis las dos fotografías veréis que esta está mejor, no obstante sigo pensando que es más bonito al natural le mata el brillo dorado de la purpurina.
A mi siempre me gustó la Navidad, sobretodo cuando era niña, eran unos días que me permitían dar rienda suelta a mi creatividad, a pesar de que era una época de muchas privaciones por la escasa economía y por el atraso en comodidades y tecnología en la que España estaba sumergida en comparación con otras naciones y más en el mundo rural.
La casa de Sotobañado, donde nací y viví mis primeros 13 años de mi vida, fue el escenario donde se desarrollaron las escenas que más huella dejan en la vida del ser humano.
Recuerdo el interior de la casa de forma nítida hasta el último rincón y el desarrollo del día a día de la vida familiar, la mayor parte se vivía en la cocina y más en época invernal, esta tenía la ventana que daba al patio más grande donde en la estancia calentita con el fuego de la hornacha, observábamos el ir y venir de los pajarillos (el pardal) buscanco comida.
En estas fechas, se hacía el Nacimiento en las escuelas y en la iglesia, disfrutaba viéndolo y más haciéndole yo en mi casa; no tenía figuritas tampoco era la excepción, me las hacía yo de papel combinando colores de las revistas que mis hermanas mayores traían porque ya trabajaban fuera y mientras recortaba y montaba era la niña más feliz.
Estoy segura que alguien cuando lea esto, sin darse cuenta mentalmente dará marcha atrás a los años de su vida.
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Si comparáis las dos fotografías veréis que esta está mejor, no obstante sigo pensando que es más bonito al natural le mata el brillo dorado de la purpurina.
A mi siempre me gustó la Navidad, sobretodo cuando era niña, eran unos días que me permitían dar rienda suelta a mi creatividad, a pesar de que era una época de muchas privaciones por la escasa economía y por el atraso en comodidades y tecnología en la que España estaba sumergida en comparación con otras naciones y más en el mundo rural.
La casa de Sotobañado, donde nací y viví mis primeros 13 años de mi vida, fue el escenario donde se desarrollaron las escenas que más huella dejan en la vida del ser humano.
Recuerdo el interior de la casa de forma nítida hasta el último rincón y el desarrollo del día a día de la vida familiar, la mayor parte se vivía en la cocina y más en época invernal, esta tenía la ventana que daba al patio más grande donde en la estancia calentita con el fuego de la hornacha, observábamos el ir y venir de los pajarillos (el pardal) buscanco comida.
En estas fechas, se hacía el Nacimiento en las escuelas y en la iglesia, disfrutaba viéndolo y más haciéndole yo en mi casa; no tenía figuritas tampoco era la excepción, me las hacía yo de papel combinando colores de las revistas que mis hermanas mayores traían porque ya trabajaban fuera y mientras recortaba y montaba era la niña más feliz.
Estoy segura que alguien cuando lea esto, sin darse cuenta mentalmente dará marcha atrás a los años de su vida.
