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" Vivimos en estado de alerta, sintiéndonos parte de todo lo que acontece, aunque sea como minúsculos actores en la trama de la historia y aun en la trama de la vida de todos los hombres. No es el destino, sino simplemente comunidad -la convivencia- lo que sabemos nos envuelve: sabemos que convivimos con todos los que aquí viven y aun con los que vivieron. El planeta entero en nuestra casa ". María Zambrano. De la aurora.
El tiempo, pues, constituye la posibilidad de vivir humanamente; de vivir. Ya que el vivir no es lo mismo que la vida. La vida es dada, mas es un don que exige de quien la recibe el vivirla, y al hombre de una especial manera.
Vivir humanamente es una acción y no un simple deslizarse en la vida y por ella. Es lo que, según Ortega y Gasset, distingue al hombre de los demás seres vivos que conocemos. El hombre ha de hacerse su propia vida a diferencia de la planta y del animal que la encuentran ya hecha y que sólo tienen que deslizarse por ella, al modo de cómo el astro recorre su órbita —dormido—, dice. Es indudable. María Zambrano. ... (ver texto completo)
La vida se arrastra desde el comienzo. Se derrama, tiende a irse más allá. A irse desde la raíz oscura, repitiendo sobre la faz de la tierra —suelo para lo que se yergue sobre ella— el desparramarse de las raíces y su laberinto. La vida, cuanto más se da a acrecer, prometida como es al crecimiento, más interpone su cuerpo, el cuerpo que al fin ha logrado, entre su ansia de crecimiento y el espacio que la llama. María Zambrano.
Las ruinas son lo más viviente de la historia; pues sólo vive históricamente lo que ha sobrevivido a su destrucción; lo que ha quedado en ruinas.
Y así, las ruinas nos darían el punto de identidad entre el vivir personal —entre la personal historia— y la historia (María Zambrano).
¿Que hace una monja acompañando a un carro de hierba? sera para el convento.
Esta mujer con las piernas abiertas, algún sentido tendrá ¿no?
En este retablo se pueden tres bellas imágenes, que esperemos sean restauradas.
¿En esta casa estuvo el antiguo hospital?
Está claro que era una fiesta. En el centro está la bandeja con pastas. ¿Qué celebraban?
Es un pueblo de Castilla y Léon, de la comarca de la Valdavia, muy tranquilo y solitario.
Entre luces y sombras, entre el verde y el gris, entre la esperanza y el pesimismo.
Tras la huebra, es la hora de la merienda. También hay que prepararla entre todos.
En el pueblo todavía se mantiene la "huebra". Se trata de dedicar una jornada o media a trabajos comunes del pueblo. De ahí viene la expresiones como "tocar a huebra" o "ir de huebra". Es un trabajo comunitario, que suele acabar con una merienda, como se puede ver en las otras fotos.
Tiempos aquellos de las fiestas de los pueblos, cuando había juventud y alegría.
Las casas no dejan de tener su encanto. La pena es no poder concoer sus historias. Aquí esta imagen nosdeja ver el entramado de vigas de madera de su construcción.