Acabo de regresar de mi
pueblo,
Alar del Rey, con la sensación triste y la impresión de un pueblo en caída libre hacia su
cementerio.
Los
bares cerrados,
edificios derruidos o amenazando seria
ruina, pero sobre todo el
paseo hasta la
fuente de la Gallina, para mi uno de los lugares más bellos de mi pueblo y que enseñaba a mis visitas con orgullo, este paseo antes agradable se ha convertido en una triste sensación, la prolongación del cementerio en el que se está convirtiendo Alar.
¿A qué mente
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